Nueva Familia

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Diego despertó y vio que estaba solo en la camilla, se levantó rápido asustado buscando a Olivia, al verla dormir con el juez y su esposa se volvió a acostar. Volvió a dormirse. A la hora el juez despertó, se levantó del sofa cama con mucho cuidado de no despertar a la niña ni a su esposa, su celular sonó y rápidamente respondió, era Fernando que le dijo que iba en camino al hospital para recoger a Diego, pues debía de ir a la escuela. El juez colgó y despertó al niño, no batallo para nada y se levantó para bajar al primer piso con el juez, antes escribió una pequeña nota para Olivia, le pidió al juez que se la diera y él con gusto lo haría. A los minutos Fernando llego por él. Sofia lo saludo con mucho gusto, al igual que Paola. Como Diego debía de ponerse el unifirme del colegio, Paola entro con el a la clínica para que en un baño se cambiará, ella lo ayudo y salieron rápido. Fernando estaba platicando en el juez, al ver llegar a su esposa e hijo se despidió. Los 3 se subieron a la camioneta y se fueron rumbo a la escuela.

-¿Cómo está Olivia mi amor?-preguntó Paola volteando a verlo.

-Bien mami-el niño sonrió-ya no está tan asustada como ayer.

-Me alegra mucho hijo-le hizo un cariño en la mejilla derecha.

-Diego-dijo Fernando serio viéndolo por el espejo-cuando llegues de la escuela, tú y yo tenemos que platicar de algo muy importante hijo.

-Si Papá-dijo un poco asustado.

Fernando manejaba con tranquilidad, no tardaron mucho en llegar al colegio. Todos se bajaron del carro. Fernando abrió la cajuela de la camioneta para bajar las mochilas de los niños, él se las entrego. Paola les dio dinero y se despidieron de ellos. Los niños entraron. Diego no quería estar en la escuela, sabía que su amiga tenía mucho miedo y prefería estar con ella, aunque no podía hacer nada para hacerlo. La maestra llegó y empezó a dar la clase.

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En el hospital Olivia desperto cuando Armando entro de nuevo al cuarto, traía dos vasos de café en la mano, los puso en la mesita qué ahí estaba. Le sonrió a Olivia. Angelica no estaba en el sofá cama.

-Buenos días Olivia-dijo sonriendo.

-Buenos días-dijo muy despacito-¿dónde esta Diego?-estaba asustada.

-Diego-dijo acercándose a ella-se tuvo que ir a la escuela-se sentó junto a ella-me pidió que te diera esto-dijo sacando un papel del bolsillo de su pantalón y se la entrego.

-Gracias-dijo tomando la nota.

Olivia lo leyó y se calmo un poco. La nota decía que el juez y su esposa era personas buenas, que la niña debía de confiar en ellos, que él sabía que ya la querían y que ya no tendría que volver a sufrir ningún maltrato más. Olivia sonrió. La niña le tenían plena confianza en su mejor amigo y sabía que siempre le hablaría con la verdad. La puerta del cuarto se abrió, era Angelica qué llego con una maleta pequeña.

-Hola cariño-dijo ella sonriendo al ver a su esposo.

-Buenos días mi cielo-dijo el levantándose para ir a darle un tierno beso.

El Juez y su esposa se aman profundamente, eran una matrimonio sólido, donde reinaba el respeto y sobre todo el amor que se tenían. El Juez jamás le había faltado el respeto a su esposa, él decía que se había casado con una sola mujer para el resto de su vida y Angelica igual, aunque sus padres nunca quisieron que se casara con él, pues antes de tener dinero, era un don nadie y ella era de una clase social muy acomodada, sus suegros decían que solo se había acercado a ella por el dinero y el estatus, pero nunca fue cierto, él con su trabajo sacó a delante a su esposa y ella también trabajaba. Los dos hicieron un gran patrimonio que ahora usarían para que se hija fuese muy feliz. El matrimonio vio a Olivia más tranquila. Angelica la saludo muy cariñosamente, la niña se sentía protegida con ellos, segura y eso le gustaba mucho.

La adopción de Diego y SofiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora