Fernando estaba un poco frustrado porqué no sabía que pasaba con su hijo, pero debía de respetar que su hijo no pudiera decirle. Fueron a recoger a Diego para llevarlo al juzgado. Durante todo el camino Diego no hablo, estaba desesperado por ver a Olivia, quería saber como estaba. Fernando tenía la intención de volverse a quedar sin que su hijo se diera cuenta, pero al ir con si esposa no pudo hacerlo. Diego se despidio de ellos. Paola le puso un billete en el bolsillo delantero al lado derecho de su Short. Diego le sonrió. El niño se puso a recoger la basura y el juez le dijo al guardia que lo vigilara, pero de lejos. A toda costa quería averiguar que era lo que Diego ocultaba. Diego al no ver al guardia, fue al árbol cuando vio a Olivia entrar. Corrió muy rápido.
-Olivia que bueno que te veo-dijo encalmado.
La niña estaba llorando y él se asustó mucho. Al verla su quedo sin poder creer lo que veia. La niña tenía moretones en toda la cara y en gran aparte del cuerpo.
-¿Qué te paso?-preguntó viéndola con miedo.
-Diego, no te lo puedo decir, te puedo meter en muchos problemas.
-No me importa, dime que esta pasando.
Olivia sabía que Diego era con la única persona que realmente contaba y estaba decidida a decirle la verdad.
-Mi abuelita murió Diego-dijo llorando-y yo me tuve que ir con unos tíos, pero no me quieren y siempre me golpean por cualquier cosa. Me mandan a un semaforo a pedir dinero. Todo el dinero que me has dado se lo he dado a ellos para poder comer, pero me dan muy poquita comida.
-Olivia mis papás nos pueden ayudar, dejame decirles la verdad y te prometo que ellos van a hacer algo para ayudarte.
-¿De verdad Diego?-preguntó con un poco de esperanza.
-Si, te lo prometo, dejame hablarles de ti y te puedes ir a vivir a la casa y ellos no te van a maltratar.
-Esta bien Diego-dijo sonriendo.
Diego la abrazo y ella hizo gesto de dolor.
-Perdón no quería lastimarte. Olivia vamonos a la casa, ya no quiero que vuelvas con tus tíos.
Diego no sabía que el juez había visto que entro en el árbol por las cámaras de seguridad y se le hacia raro que los niños no salieran. Se desespero y acompañado de algunos guardias del juzgado fueron a ver que pasaba, pues había visto llegar a la niña en muy mal estado. Al llegar los guardias rodearon el árbol y él entró.
-Diego-dijo entrando.
Los niños se asustaron. Olivia quiso correr, pero el juez la detuvo.
-Juez-dijo Diego-deje que se vaya-dijo asustado.
-Suelteme, suelteme-decía Olivia una y otra vez forcejeando con el juez-Diego ayudame-le dijo llorando.
Olivia estaba muy asustada y en un arranque le mordió la mano derecha al juez, y este la soltó muy rápido y la niña salió corriendo, pero uno de los guardias de seguridad la alcanzo a agarrar.
-Suéltala-dijo Diego enojado y se le fue encima.
Diego trataba de golpearlo, para que soltara a la niña, pero los demás guardias que también estaban ahí, los trataban de calmar. Los niños estaban incontrolables y estaban forcejeando con los guardias.
-Niños basta-dijo el juez molesto.
Olivia ya no tenía fuerzas y se desmayo en brazos del guardia.
-Olivia-dijo Diego muy asustado.
El juez se le acerco y la tomo en brazos. Todo se fueron al juzgado y el juez llamo a una ambulancia, llego pronto, había un hospital cerca. El Juez y Diego se fueron en la ambulancia con la niña. Diego estaba llorando, estaba muy preocupado por su amiga. En el camino el juez llamo a su esposa para decirle lo que pasaba y también a Fernando para que lo alcanzará en el hospital.