||PROLOGO||

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–Perdóname, mi niño, pero la decisión ya está tomada. No tendrás el puesto hasta que te cases y tengas a tu primer hijo –habló con seriedad su nonna desde el otro lado de la enorme mesa de la sala de reuniones.

–¿Q-qué? –incrédulo comenzó a tartamudear creyendo que es una broma de muy mal gusto.

Su nonna se mostraba seria y directa con su decisión mientras terminaba de firmar toda la documentación que le ofrecía sus abogados. Leyendo todo con ayuda con sus anteojos de lectura. Nadie había visto a la gran dama Paguro ser tan seria como en ese momento, ni siquiera su propio nieto. Ninguno de los abogados ni el asistente de ella se atrevían a mirar directamente al señor Paguro.

–Esa es la única condición que tienes para tomar mi puesto como director y dueño de la editorial.

–¡Estas bromeando! Estudie toda mi vida para este puesto, renuncie a muchas cosas por esto.

La anciana suspiró, dejando lo que hacía, se retiró sus anteojos para mirarlo con seriedad con aquellas gemas rosadas que tenía como ojos. Luca no sabía cómo reaccionar ante aquel semblante, su abuela nunca era así, siempre era cariñosa como juguetona con todo el mundo. Algo muy contradictorio para una mujer que se convirtió en la mejor empresaria de Europa por los años 70° y 80°.

–Ese el problema, Bolla, has estado todo el tiempo concentrado en estudiar y trabajar que nunca sales con alguien. No quiero que desprecies tu vida así.

–Tú has trabajado toda tu vida.

–Pero nunca descuide a tu abuelo ni a tu madre.

Ambos se miraron directamente a los ojos mostrándose serios ante el tema. Todos conocían a los Paguro por su actitud seria y firme a la hora de hacer negocios.

–Abuela, soy gay y lo sabes.

–¡¿Y eso qué?! –arqueó su ceja– Sin que un hombre te lleve al altar tú no tomaras el control de la editorial. Fin de la discusión –finalizó mientras se ponía de pie con ayuda de uno de su asistente.

Ella le sonrió al joven delgado y alto, siendo al instante correspondida. Los abogados bien uniformados comenzaron a guardar todos los documentos para irse con su clienta. Luca los miraba sin saber qué hacer, sabía que no era el único que iba por el puesto de su abuela. Si se descuidaba podría perderlo.

–¡Espera!

Su nonna lo miro con indiferencia, nada la haría cambiar de opinión, a lo que él respiró hondo para después soltar rápidamente:

–¡ESTOY SALIENDO CON UN PADRE SOLTERO!

Todos se quedaron con la boca ligeramente abierta ante lo gritado con tanta rapidez que fue un milagro entenderle. Estaban sorprendidos al verlo tan avergonzado como sonrojado –que casi parecía un tomate–. Luca Paguro era uno de los hombres negocios más temibles y serios, teniendo una fama a tan corta edad, que muchos lo comparaban con su abuela por eso. Verlo así parecía algo inimaginable; que la única que salió de la sorpresa fue la misma nonna. Soltando una risa fanfarrona, ella estaba emocionada por la noticia.

–Esas son grandiosas noticias –sin borrar su sonrisa fue hacia él para tomar sus manos en un fuerte apretón–, entre más rápido lo conozcamos tu tío y yo, más pronto planearemos tu boda, mi niño –acaricio su mejilla.

–Pero es muy pronto –sonrió nervioso, tratando en todo momento no mirar a su abuela. Ellos tenían una gran lazo que no le sorprendía que le creyera tan fácilmente.

–No digas tonterías, ya tienes veintiséis años y gran futuro. Mi pequeño Luca, quiero irme de este mundo sabiendo que estas en buenas manos, así que no es ningún apuro, si él en verdad te ama –rápidamente volteo su mirada hacia su asistente personal–. Linguini, tesoro mio, ¿cuándo es mi próximo día libre?

El joven de cabello rizado, rápidamente –aunque también torpemente– revisó en su tableta la agenda de su jefa.

–El jueves dentro de dos semanas, mi señora –dijo en un tono bajo y tímido, característico de él.

–Perfecto –exclamó soltando a su nieto–, ve avisándole a tu noviecito que lo esperamos en la casa con sus criaturas, son más que bienvenidas –sin esperar una respuesta de su nieto lo tomo de las mejillas para darle unos grandes besos cariñosos–. A tu tío alegrara que se aproxima una gran boda y que tienes una familia ya. Linguini, hay que buscar reservación con los mejores asesores de bodas.

La anciana comenzó a ignorarlo para concentrarse en hablar con sus abogados y asistente, dejando parado en medio de la sala de reuniones a su adorado nieto. Una vez que la puerta fue cerrada se derrumbó en una de las sillas, fastidiado talló con fuerza su rostro, ahogando un fuerte quejido al ver que estaba acorralado. Ya que no tenía a nadie...desde él. Estaba jodido.

No por compromiso ||LubertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora