|51| ¿Y habrá una boda?
Esa enorme y afilada sonrisa en su rostro llenaba de gracia a las mujeres que lo acompañaban, pero él tenía su miraba eufórica perdida en su propio reflejo en el enorme espejo de la sastrería. Nunca se había visto tan elegante, se sentía en el mismo nivel que Luca; algo que con solo pensarlo lo llenaba de seguridad y orgullo. Desde los zapatos de vestir –que fueron un regalo de sus mismos padres–, la corbata, el pantalón y el saco hecho a la medida y de un negro medianoche hacían resaltar su tono de piel bronceada junto con la camiseta blanca. Se sentía como un personaje de las películas de Men in black, ahora que se miraba bien podría usar unos lentes oscuros a la hora de llegar al altar.
El altar...
Sonrió tontamente al mismo tiempo que sus mejillas pecosas se sonrojaron con la idea que está a menos de dos días de ver a Luca caminar hacia él. Su corazón se volvía loco con solo imaginarse la reacción del menor al reconocer el traje de su padre. Volteó hacia atrás para ver a su hermana y a la abuela de Luca maravilladas de lo bien que miraba, pero Scorfano mantuvo su mirada en su madre adoptiva; quien se tapó su boca con sus manos mientras que sus ojos se comenzaban a llenarse de lágrimas al verlo con el traje de bodas.
Alberto bajo del escalón y con una sonrisa avergonzada, rasco su nuca al momento de pararse frente a ella.
–¿Qué opinas, mamá? –preguntó en un susurró y una sonrisa ilusionada. Ya era demasiado de que ella estuviera allí con él.
La mujer de avanzada edad dejo su bolso de mano a su costado para poder levantarse frente a su hijo –haciendo resaltar aquella enorme diferencia de altura; ella media lo mismo que Luca–, no obstante todo pensamiento que cruzaba en su mente fue eliminado al momento en que ella con las más bellas de sus sonrisas; aquellas que le dedicó siempre cuando quería demostrarle su amor. Ella acaricio su mejilla con todo su cariño mientras las lágrimas escurrían por su mejilla y su voz expresaba un doloroso:
–Te ves increíblemente guapo, tesoro mio.
Al escucharla no espero más y la abrazó con fuerza, ganándose las quejas divertidas de la pelirroja mayor; quien intentaba zafarse de él. Giulia rio con alegría al ver de nuevo a su madre y hermano relacionados, nonna por su lado se mantenía calmada bebiendo de su tu mientras su asistente le mostraba en su tableta cosas del trabajo que la anciana administraba y con ello el regalo de bodas de su amado nieto. Algo que no pasó desapercibido por Alberto que la miro de reojo una vez que soltó a su madre, para él no era ninguna sorpresa ver a la dama Paguro entretenida con su trabajo, Luca era idéntica a ella en cuestión de ser dos personas responsables, trabajadoras y dominantes en el ámbito laboral. Sin duda, si Luca hubiera tenido un heredero de sangre, lo más probable tenga aquella manía de trabajar siempre y en todos lados. Aunque...Leonardo si ha mostrado esa misma actitud cuando juega o lo regaña por hacer cosas malas, esa actitud las aprendía del mismo Luca que hacía que pareciera que fuera el verdadero hijo de ambos.
Alberto volvió a verse en el espejo, sin poder dejar de sonreír ante lo bien que se veía con el traje de su difunto suegro. No obstante la atención de las tres damas y el futuro novio voltearon al escuchar la campana de la entrada junto al clásico sonido de unos tacones. Las pelirrojas fruncieron el ceño al ver la silueta elegante de la castaña blonde de lentes oscuros y postura dominante. Manteniendo un aura idéntica a la de Alberto; quien con una enorme sonrisa le mostro su traje finalizado. Bianca se quitó sus anteojos mostrando sus ojos castaños más brillantes que nunca, sin pensarlo rápidamente se acercó a su primogénito con una enorme y afilada sonrisa.
–Berto, la mia vita, mírate, Luca se morirá al verte –exclamó eufórica mirándolo bien.
–¿En verdad lo crees? Es el mismo traje que utilizo mi suegro.
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No por compromiso ||Luberto
FanficLuca Paguro era uno de los mejores empresarios de toda Europa, había crecido toda su vida para ganar el puesto de su abuela. Sacrificando toda su vida social, ahora con la condición de tener un esposo e hijos su gran esfuerzo fue tirado a la basura...