Petricor

Capitulo 6

Lucía atemorizada no dijo ninguna palabra al respecto, no la convenía enfadar a esa gente por lo que la pudieran hacer. Maciel se separo de ella dejándola allí sola, este salió por la puerta furioso pegando un portazo haciendo retumbar toda la casa, Lucía con los ojos cristalinos se deslizo poco a poco por el cristal hasta acabar en el suelo, una vez ahí rompió a llorar. Sabía que no podría escapar de allí, pero tenía que ser valiente e intentarlo, aunque se dejase la vida en ello. Lucía tenía una cosa clara, prefería morir a tener que estar con ellos. Entre sollozos Kaiser se acerco para darla consuelo, sintió la tristeza de la pecosa y decidió hacerla compañía.

- No se como eres capaz de vivir con semejante monstruo- dijo Lucía, Kaiser la respondió alzando una de sus patas para pasarla por su hocico.

Maciel mientras tanto se encontraba con mas miembros de su gente, estos estaban esparcidos por el bosque con sus mascaras, se encontraban escindidos entra arboles y maleza. Estaban próximos al pueblo esperando el momento oportuno para actuar. El clima se había vuelto húmedo y el cielo se había ennegrecido por lo que auguraba tormenta, era la ocasión perfecta para salir a cazar. Llevaban unos días merodeando por los alrededores del pueblo vigilando a su siguiente presa, sabían que antes de que se hiciera de noche salía a darse un paseo como todos los días, pero este iba a ser diferente. Este individuo ya se les había escapado una vez, pero esta no iba a ser como ese día, estaban preparados esperando instrucciones del alfa. De repente unos pasos ligeros acompañados de unos canturreos llegaron a los oídos de Maciel, este con un movimiento de cabeza alertó al alfa indicándoles que se encontraba cerca de ellos. No se demoraron ni un minuto, unos ligeros aullidos se empezaron a oír para alertar ha aquel individuo de que los canes estaban cerca de el, este miro hacía todos los lados, sus pasos se aceleraron y puso rumbo hacía el interior del pueblo, pero fue demasiado tarde, los canes ya le habían echado las zarpas encima adentrándose con aquel hombre al interior del bosque para no dejar rastro de el.

-¿Que es lo que haremos con este, alfa?- dijo uno de los Canes.

- Le interrogaremos y le sacaremos toda la información necesaria, una vez que sepamos todo lo necesario lo mataremos y los restos que queden de el serán devueltos al pueblo como advertencia- dijo Maciel uniéndose a la conversación.

- Asi es- respondió el llamado alfa poniendo una de sus manos sobre Maciel- Mi hijo ya tiene lo que hay que tener para que un futuro convertirse en vuestro líder, y yo no puedo estar mas orgulloso- los dos comenzaron a reír a carcajadas.

Por otro lado Lucía seguía en casa de Maciel, ya se había calmado un poco, en el tiempo que estuvo sola ideo unos cuantos planes para escapar de allí, tuvo tiempo para examinar toda la casa de arriba a abajo y darse cuenta de que tenía un sistema de seguridad tanto en puertas y ventanas las cuales se habrían con una huella dactilar, en este caso la de Maciel. Lucía al ser hija de un policía sabía todo lo necesario para coger huellas y asi lo haría, intentaría hacerse con una huella de Maciel para poder escapar y como sea llegar al pueblo. Estuvo husmeando en la cocina en busca de algo para comer ya que se hacía de noche y estaba muerta de hambre, al abrir la nevera se encontró con esta repleta de cosas, no sabía que elegir entre tantas variedades, pasados unos minutos se decidió por comer unos trozos de fruta, cogió una manzana y un trozo de melón acompañado de un poco de miel y un baso de agua. Al terminar lavó los platos colocándolos otra vez en su sitio, acto seguido procedió a tumbarse en uno de los sofás de cuero que tenía, al hacerlo Kaiser hizo lo mismo acomodándose a su lado hasta que los dos se quedaron dormidos. Lucía al cabo de un rato abrió los ojos algo asustada y alertada, unos gritos procedentes del exterior la habían sacado de su sueño, esta se levantó de aquel sofá aproximándose ha una de las ventanas situadas en la puerta de entrada, la pecosa abrió los ojos como platos al ver de quien se trataban esos gritos.