Capitulo 36

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Pueblo

Un hombre trajeado se encontraba en el salón, de color blanco roto y con un bastón engastado en oro, sus manos repletas de anillos ostentosos. Adam entro por la puerta abriéndola de par en par.

- ¿Se puede saber que coño haces aquí?- se le notaba molesto y cabreado.

El hombre trajeado se levanto de la silla en la que estaba sentado, su pelo largo sobre los hombros callo hacia delante al ponerse en pie, mientras con una de sus manos se acariciaba tranquilo lo barba canosa.

- Sabes muy bien porqué estoy aquí- dijo en un tono neutro y calmado, Adam lo miro sin saber a que se refería, pero antes de decir palabra el hombre siguió hablando- Mi hijo, a sido atacado esta noche en su club.

- ¿ Y eso que tiene que ver conmigo?- frunció el ceño sin entender todavía nada del asunto.

- Un chucho ataco a mi hijo y no estaba solo, lo acompañaba una chica- empezó a jugas con el bastón- Una rubia, bastante guapa...

- Lucía...- susurro Adam.

- No cabe duda de que lo es, dado el suceso, tu hija le dejo un recuerdo a mi hijo en el cuello. No se como lo consiguió pero le hizo un corte bastante profundo, con lo que le hizo el corte contenía veneno, de no ser por sus guardias ahora mismo mi hijo estaría muerto- a medida que hablaba se le iba oscureciendo el rostro y la rabia se iba pronunciando en su tono.

- Seguro que solo quería defenderse- trago saliva.

- Por supuesto, o quizás se querían deshacer de él. Hicimos un trato, un trato que luego aplace para darte mas tiempo, pero ese tiempo se acabo.

- Necesito más. Mis hombres, los que conseguiste infiltrar en el poblado fueron descubiertos, los mataron...todavía hay mas por ahí pero tienen miedo, a lo mejor ya los hemos perdido- se paso las manos por el pelo desesperado- Tenemos que buscar otra manera...

- Si, otra manera seria ir con todo y deshacernos de ellos de una vez por todas, solo son una plaga. Soy consciente de que Silvestre intento negociar contigo, darte todas mis posiciones a cambio de que les dieran tiempo, tiempo que lamentablemente no tienen.

- Mi hija esta entre ellos y quiero recuperarla, cueste lo que cueste, sin que sufra daños, pero en ningún momento e pensado en traicionarte- explico Adam.

-Eres un policía demasiado corrupto...que pensaría tu hija de ti si se enterara de lo que estas haciendo- una sonrisa se dibujo en su cara.

- Vería que lo hago por su bien, por asegurarme su protección y que no sale mal parada de todo esto- estaba furioso, sus puños estaban apretados que casi no la corría la sangre por sus manos.

- No tienes suficientes huevos Adam, en todo esto...tendrás que sacrificar algo, si no, no ganaras.

- Cariño, estas ahí- Gala bajo las escaleras pero se quedo paralizada al ver quien se encontraba con su marido - Antonio...- se le corto la respiración, al mismo tiempo que paraba en seco.

- Gala querida, ¿Qué tal estas?- sus rasgos se suavizaron al ver a la mujer y su tono se volvió mas agradable.

- Bien...- sus comisuras se levantaron para mostrarle una sonrisa, pero no era de agrado, después paso la vista a su marido el cual había palidecido.

- Estaremos en contacto- dijo le ha Adam- Un placer señora- hizo un gesto con la mano de despedida y salió de la casa.

- ¿Que a pasado?- se acerco Gala a su esposo en busca de una explicación.

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⏰ Última actualización: Nov 05 ⏰

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