Estar a l'aguaït.
THIAGO
Fabriqué muchos escenarios para mi intranquilidad: que alguien me hubiera seguido hasta casa de Yezzy y Cloe; siempre había sido precavido pero esta madrugada cometí el error de ir sin pensar en las consecuencias, o que Marco, a pesar de ser de nuestra total confianza, tuviera que ver con la carta de mi padre, porque era sábado y la carta la sacó él del buzón. Necesitaba localizarlo.
En todos estos años las únicas veces que coincidí con Cloe había sido en la boda de Yezzy en A Coruña y ayer. ¿A qué se refería Leonardo con que cumpliría su promesa? ¿A Cloe o a mí? Había puesto tierra de por medio alejándome de ella. No la había buscado. La había dejado por protegerla todos estos años para que, por un mísero error de que nos hubieran visto juntos, creyera que estaba con ella. No podía permitir que le hiciera daño otra vez. Debía poner en alerta a Yezzy.
T: Yezzy, necesito hablar contigo.
Videollamada entrante de Yezzy.
—¿Qué ha pasado? —Estaba enfadado, lo noté serio.
—Eh, tío, ¿estás bien?
—No, dime, ¿qué pasó? —Era la primera vez que lo veía así.
—Cloe, ¿está bien?
—¡Me tenéis hasta los cojones los dos! —Gritó moviendo la mano al aire.
—Ya...
—Sois dos putos infantiles. Y yo estoy en el medio siempre. —Suspiró agotado—. Lo siento, tío, es que me desespera que estéis los dos en lo mismo. Siempre preguntando el uno por el otro, ¿por qué no os llamáis y folláis y os dejáis de tanta tontería? ¡Coño!
—Leonardo me ha enviado una carta esta mañana amenazando nuevamente. —Se quedó congelado en la pantalla y no sabía si se había cortado la comunicación.
—¡No jodas! —Se llevó la mano a la boca— Tu padre se aburre mogollón en la cárcel, ¿no?
—Te dije que tenía recursos. Amenazó a mi madre varias veces hasta que la mató. Nos jodió la vida. No descansará hasta que logre su objetivo. Ya me da igual lo que me pase a mí porque ya no tengo nada que perder; pero ella no, Yezzy. —Mi voz se entrecortaba solo de pensarlo.
Mi amigo no daba crédito a mis palabras. Clavé la vista en la carretera con el vídeo encendido.
—¿Y qué escribió?
—Que no le había hecho caso y cumpliría la promesa.
—¡Será desgraciado!
—Necesito que cuides a Cloe. ¿Dónde está ahora?
—Seguro que en casa, voy de camino para allí. ¿Qué piensas hacer?
—Estoy de camino a Tarragona. Mi abuelo no sabe nada pero no podía esperar. La amenaza fue directa. Temo que de alguna manera llegue a ella. Esta madrugada he cometido un fallo al ir a vuestra casa. No sé si me ha seguido alguien. Yezzy, estoy desesperado.
—¿Joder y la policía?
—Han revisado la carta y están tratando de encontrar a Marco, que fue el que la recogió. Está de permiso con el móvil apagado.
—¿Marco te dio la carta?
—Sí, no sé si estoy paranoico pero lo noté extraño esta mañana.
—Ayer nos abrió la puerta a Cloe y a mí...
—Ya... Yezzy, todo el mundo sabe que me había alejado de Cloe desde el accidente. Hasta mis abuelos, que siempre me pidieron que regresara con ella. A todo el mundo le había dicho que lo habíamos dejado, que no le dieran mi número. Nadie supo que fui a tu boda, solo Mía que me acompañó. Y como ya sabes, no he sabido nada más de ella. Además, apenas conocía detalles de mi vida; mis abuelos se enteraron de que había venido a España para tu boda justo el mismo día que llegué, de sorpresa. Y luego continué hacia Boston. Nunca hice mención de Cloe, ¡maldita sea! Estoy muerto en vida con esta situación.
—Hostia, Thiago. Quizás ayer no fuera buena idea llevarla a tu casa.
—Tú hiciste lo que cualquier amigo haría porque sabes lo que siento por ella. —Paré el coche en el arcén con la respiración acelerada. Golpeé con rabia el volante. Estaba desesperado.
—Relaja, Thiago. Hazme caso ¡joder! —Giré la vista a la cámara—. ¿Qué vas a hacer yendo allí? Se reirá en tu cara. Thiago, ¡es enfrentarte a tu peor demonio!
—Ya todo me da igual, Yezzy, estoy cansado de luchar, nada me importa.
—¿Y qué hay de nosotros? —Agitaba las manos con rabia— ¿Qué hará tu abuelo? ¡Eres un puto egoísta! —Se desesperaba y yo no sabía qué hacer—. Si nadie te lo ha dicho te lo digo yo, te necesito. Y lo sabes. Eres mi hermano, Thiago y yo para ti quizás nunca seré como Leo, pero te quiero como tal. —Se le humedecieron los ojos por todo lo que sentía.
Cuando tu vida pende de un hilo te quedas en blanco; no sabes hasta dónde serás capaz de llegar o si en el camino tirarás la toalla.
—Te llamo al regresar, no te preocupes, estaré bien. Cuida de ella. —Respiré con calma— Y gracias, Yezzy. Eres mi hermano, el mejor amigo que alguien pueda tener.
No podía seguir hablando porque estaba seguro de que daría media vuelta y regresaría a casa. Necesitaba salir de dudas. Necesitaba respuestas.
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Mis días de adolescente. Sentir III (Publicada en físico).
Любовные романыTercera parte de la trilogía MDDA. (Completa). (Publicada en físico 15/09/22). SINOPSIS. Pasaron demasiados atardeceres y lloré mil lunas preguntándome el porqué. ¿Por qué me perdí de vivir estos años contigo? ¿Por qué me regalaste los mejores y p...