Mis días de adolescente. Sentir III (Publicada en físico).

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La meva ultima oportunitat.

THIAGO

Pensé en las palabras de Yezzy. Me costó decidir si me debía arriesgar pero le hice caso, aun con temor de no ser correspondido. Poco antes de las doce le volví a escribir a mi amigo para confirmar dónde estaban. Entré con unos amigos. Si las cosas salían mal no la volvería a molestar pero necesitaba intentarlo una última vez.

A los pocos minutos de entrar en la discoteca la vi. Llevaba un vestido largo color turquesa que le daba elegancia. Era un estilo muy distinto al que estaba acostumbrado y le quedaba espectacular, le aportaba madurez ¡Y más cosas que me hacían lamentar no estar con ella! Así que cuando nuestras miradas se encontraron esperé a su reacción y, al ver que se acercaba con seguridad, decidí lanzarme. ¿Qué podía perder? Sí, si no lo hacía la perdería una vez más. Y eso no lo podía permitir.

La felicidad que sentí con su respuesta no podía medirla con palabras... Con ella quería todo. Me había concedido una oportunidad y estaba dispuesto a hacerla feliz.

Brindamos por su gran día junto a unos amigos que siempre serían imprescindibles porque Yezzy era mi hermano, el que me había regalado la vida para levantarnos y alegrarnos en nuestros peores momentos. Y Manu era ese amigo preciso y acertado que daba grandes consejos con sabiduría.

Cuando Dylan se acercó y extendió su mano me demostró, sin palabras que Cloe era especial para él y le estaré eternamente agradecido que hubiera estado a su lado cuidando de ella en esos momentos en los que yo había sido un cobarde.

No podía sentir celos porque confiaba en esa chica leal y sincera que siempre había demostrado unos principios intachables, esa por la que había perdido la cabeza y para quien, lo único que pedía, era que simplemente la quisieran.

—Cuando quieras nos vamos, —sugirió con la misma necesidad que yo sentía.

Cogí su mano, esa que mientras ella me lo permita, no soltaré jamás.