Mis días de adolescente. Sentir III (Publicada en físico).

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Mover ficha.

YEZZY

Nuestra amiga tenía una alegría que contagiaba a cualquiera. Habíamos elegido un restaurante muy chic para comer y celebrar su gran logro. La semana siguiente la graduación sería la mía y también vendría mi familia, incluyendo a la abuela que no se perdía ningún sarao.

A nuestro lado estaba sentada nuestra chica consentida que, con semejante noticia, tenía los sentimientos a flor de piel. No soy adivino pero a veces presiento cosas que pueden pasar y, misteriosamente, suceden. Como la vibración y el sonido suave del móvil que acababa de sentir en mi pantalón. Habían pasado dos días y ese mensaje, por la melodía sabía de quién era.

Abrí la notificación mientras escuchaba las palabras de buenos deseos de unos abuelos emocionados celebrando el logro de su nieta.

T: ¿Qué tal fue?

Y: Bien.

Tecleaba debajo de la mesa para no parecer un maleducado mientras tomaba la palabra Xosé.

T: Me alegro.

Y: ¿No piensas mover ficha?

T: Me hicieron jaque mate la reina ganó. ¿Lo recuerdas?

Y: Te rindes muy rápido. Yo le pediría una revancha.

T: Lo dejó claro aquel día.

Y: ¡Qué poco la conoces!

T: ¿Y qué quieres que haga?

Y: No sé, el genio eres tú.

T: No me ha buscado en todo este tiempo. No la voy a molestar. Hoy saldré con unos amigos.

Y: Bueno, tú te lo pierdes. Solo te diré que a las doce estaremos en La Barceloneta. Toca                                                                                                   celebrar. Tú verás lo que haces.

T: Pasadlo bien.