Tercera parte de la trilogía MDDA. (Completa). (Publicada en físico 15/09/22).
SINOPSIS.
Pasaron demasiados atardeceres y lloré mil lunas preguntándome el porqué.
¿Por qué me perdí de vivir estos años contigo?
¿Por qué me regalaste los mejores y p...
Cuando tengas una meta no te detengas hasta alcanzarla. Ya sabes que soy buenísima dando consejos aunque en mi jodida vida no me los aplique. Este era el momento en el que lograba pisar esa línea de llegada y en el que competía con mis mayores inseguridades.
Por un lado tenía "el miedo a no gustar", esa gran debilidad que todos tenemos al dudar de nuestro potencial; y en esta vida no le podemos gustar a todo el mundo y, aunque intentes complacer a la mayoría, siempre habrá alguien que te juzgue, te toque la moral y se mofe de tus logros simplemente porque ellos no son capaces de hacerlo. Por otro lado competía con la temible "constancia", esa cualidad que nos falta a la mayoría de los humanos, bien sea por aburrimiento o por falta de motivación, ese hábito de la repetición, difícil de alcanzar pero, cuando lo consigues es la hostia y hace que termines lo que empezaste.
Así pues, puse punto y final a ese libro que me había llevado años de sufrimiento abriendo mis heridas del amor no correspondido y mostrando el sentimiento puro de mis experiencias.
Déjà vu...
Siempre seremos eternos.
"Pasaron demasiados atardeceres y lloré mil lunas preguntándome el porqué. ¿Por qué me perdí el vivir estos años contigo? ¿Por qué me regalaste los mejores y los peores días de mi vida?
Te comparé con cada ser que se me acercaba y, aunque lo intenté con todas mis fuerzas, en ninguno te encontré.
En ninguno conseguí tu mirada, esos ojos que me enamoraron la primera vez que los vi, esa sonrisa perfecta y ladeada que me daba la vida cuando me la dedicabas, esas manos que me enseñaron a quererme y a aprender los placeres que merecía como mujer.
No puedo olvidarte. Lo siento.
Eso no me lo enseñaste.
Y duele.
Duele seguir sin la esperanza de que algún día regreses porque te has tatuado tan profundamente en mi alma que nunca te podré olvidar.
Y en esa magia que para mi fue solo un sueño, siempre seremos eternos.
Comencé esta historia siendo muy joven. Te conocí por esas casualidades de la vida que se nos cruzan a veces, sin quererlo, en nuestro camino.
¿Destino?
Uff qué jodida es esa palabra que nos hace fantasear y en ocasiones nos hace sentir absurdos al confiar en que todos estamos predestinados a un alma gemela.
Sin tus palabras de ánimo creo que no hubiera llegado hasta aquí.
Recuerdo ese "Estoy orgulloso de ti", qué bonito sonaba cuando salió de tus labios aquella noche, sin imaginarme que nos estábamos despidiendo.
Fue tu último beso, tus últimas caricias antes de que me soltara de tu mano.
Sé que no llegaste en el minuto uno pero, cuando lo hiciste, arrasaste con mi pasado y con aquel presente en el que soñé estar siempre a tu lado. Ahora tengo un futuro prometedor y voy a por ello aunque no sea junto a ti.
Nos alejamos porque tú así lo decidiste.
Teníamos que vivir otras historias, enamorarnos mil veces de personas que nos sumaran pero siempre fui muy mala con las mates y lo sabes.
Lo mío eran las letras y ojalá algún día me leas aunque lo tuyo no era el romance pero, joder, fuiste el puto Shakespeare regalándome una obra de drama y dolor repleta de erotismo y sensualidad donde siempre fuiste el mejor.
Me enseñaste que cuando quieres a alguien de verdad puedes vivir mil historias pero nunca serán como la nuestra. Y es por ello que te la dedico, por si algún día nos volvemos a encontrar".
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