3

3K 257 7
                                    

Luminiscencia.

YEZZY

12 de junio de 2022.

Habían pasado tres días desde el accidente. Nada era lo mismo. Íbamos todos los días al hospital y, aunque no podíamos entrar en la UCI, permanecíamos en la sala de espera haciéndole compañía a Thiago, que no se marchaba nunca. Estaban establecidas por normas COVID dos horas de visita diaria, una de mañana y otra de tarde, pero mi amigo estaba día y noche; solo salía para ir a su casa a ducharse y comer algo. Los padres de Cloe entraban y salían de la UCI con frecuencia. Fuera de los horarios establecidos, a ratos, colaban a Thiago para que estuviera junto a su hija. Pasaba la mayor parte del tiempo ahí esperando a poder entrar y que en algún momento Cloe se despertara.

Estaba en estado de coma inducido.

Antía, su madre, nos explicó que las pruebas determinaron que el daño estaba paralizado y, dentro de lo malo, eran muy buenas noticias; eso determinaría el tiempo de recuperación.

A medida que el cerebro empieza a desinflamarse puede tener algo de agitación, por ello necesitaba estar sedada. Generalmente quedan secuelas neurológicas, como amnesias, trastornos del comportamiento o también posible déficit motor. Teníamos miedo a esas consecuencias. Pero yo siempre intentaba pensar en el lado positivo. Si solo miras el vaso medio vacío tiendes a pensar que al final no hay ni una gota de agua. Y no es así.

Con respecto a Leonardo, el padre de Thiago, el día del accidente lo llevaron a otro hospital. No nos informaron a cuál, para evitar que Thiago volviera a arremeter contra su progenitor. Creo que todos teníamos ganas de linchar a ese miserable.

El muy desgraciado apenas tuvo unas leves contusiones en el cuerpo por el impacto del vehículo y fracturada la nariz por los golpes de mi amigo. Nada en comparación con lo que se merecía.

Ese día nos tomaron declaración a todos, incluido a Thiago. Los policías comprendieron su reacción pero eso no le salvó de un interrogatorio donde revivió su dolorosa infancia que, lógicamente, tuvo que contar con lujo de detalle. Mi padre estuvo presente en todo momento junto a los abogados de Martí ayudando a la familia García, era lo menos que podíamos hacer. Los pobres abuelos estaban desesperados con lo sucedido. Al final el tipo, por recomendación de su abogado no denunció a su hijo por lesiones y Thiago se libró de tener un proceso judicial con esa mierda que tenía por padre.

Lo bueno de todo es que Leonardo regresó a la prisión, de la que no tendría que haber salido nunca. Nos informaron que por su buen comportamiento y por haber cumplido un tercio de la condena le otorgaron el tercer grado y, con él, un permiso penitenciario. No podía salir de Tarragona donde cumplía la condena pero el tío tenía las ideas claras. Se pasó por el arco del triunfo la libertad vigilada y fue a por Thiago. Su objetivo desde niño.

A Thiago le habían notificado cuando estábamos en Andorra que su padre salía esos días de prisión pero ese permiso solo duró dos días. No nos comentó absolutamente nada. Lo vimos mucho tiempo preocupado y siempre nos decía que era por los exámenes. He de decir que lo comprendo; en su situación probablemente hubiera hecho lo mismo.

De este segundo permiso no se habían enterado ni su familia ni él, lo cogió desprevenido y la desgracia nuevamente tocó a su puerta.

No sabría describir lo dura que era toda esta situación. Además, en tres días era la graduación y me dolía pensar que Cloe no estaría. Se perdería el momento que más tiempo llevábamos esperando.

 Se perdería el momento que más tiempo llevábamos esperando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mis días de adolescente. Sentir III (Publicada en físico).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora