Like i loviu (TERMINADA)

40 Intercambio - Lucas

Viernes. 19:30 de la tarde.

Llego al Hangar con la única esperanza de olvidar la semana que he pasado, pero cuando la voz de Alejandro Sanz me da la bienvenida, lo único en lo que puedo pensar es en que estoy de mierda hasta el cuello.

Desde cuándo te estaré esperando

Desde cuándo estoy buscando

Tu mirada en el firmamento, estás temblando

Mariana.

Mi mente vuelve una y otra vez a ella.

A su ausencia.

A su silencio.

Al vacío en el pecho.

¿Cómo es posible que en tan poco tiempo se me haya metido tan dentro?

Te he buscado en un millón de auroras

Y ninguna me enamora, como tú sabes

Y me he dado cuenta ahora

Teo y Juls hablan tras la barra, ajenos a mi presencia.

En cuanto me acerco, descubro que no soy el único que está en problemas.

—¿«Has venido a coger y hemos follado. Fin de la historia»? —dice Teo .

—Es la puta verdad —se defiende Juls.

— Tienes el tacto totalmente anulado, colega.

—¿Qué me perdí? —Mi pregunta los toma desprevenidos.

—Que te lo cuente tu amiga —responde Teo .

La cosa no pinta bien porque Teo tiene un encabronamiento evidente.

Juls resopla, pero me hace un resumen de los hechos acontecidos en su casa en el día de la muerte, o sea, hoy. De fondo suena Another One Bites The Dust, «Otro que muerde el polvo», de Queen y, dadas las circunstancias, no podría ser más acertada. Empiezo a dudar de que la selección musical de este antro sea aleatoria.

—¿Por qué estás tan cabreado? —Juls me mira como si la pregunta que me hizo fuera absurda por lo evidente de la respuesta, pero no lo es. No es la primera vez que me ven en una situación como esta con una chica y nunca había reaccionado así—. ¿Estás jodido por la discusión o porque te has enamorado?

—¿Qué importa eso? Respondo derrotado

—Eso es lo único que importa. —El que responde ahora es Teo.

—¿Lo sabes por experiencia? —contraataco para evitar que me sigan interrogando.

—No estamos hablando de mí. Dice Teo

—Responde a la pregunta. Ahora es Juls quien me acosa.

—SÍ —afirmo con rotundidad. No tengo ningún problema en reconocer que me enamoré de Mariana, aunque no tenga ni idea de cuándo, cómo, ni por qué pasó. Solo sé que, tal y como decía una de esas novelas que tanto le gustan a ella y que me comentaba a la menor oportunidad, esto es algo más que echarla de menos—. Te toca, habla tu. Le pregunto a Juls

—Es posible.

—¿Qué mierda de respuesta es esa? Dice Teo

—La única que tengo.

Estoy a punto de llamarle «gallina» cuando Teo irrumpe de nuevo en la conversación.

—Muy bien. Y ahora que todos sabemos lo jodidos que están los dos, cuéntenme, par de bellezas, ¿Qué piensan hacer algo al respecto?

—¿Alguna sugerencia? Empieza Juls

—Que dejen de cagarla.

—Pues tremendo consejo de mierda el tuyo. Le digo.

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