Boy or Girl? ¡! ChanJin !¡

37

Cuando la noche cayó y escuchó a su niñero encerrarse en su cuarto, fue cuando Hyunjin comenzó con su plan de escape. Observó la puerta con desconfianza y miró su celular, viendo el mensaje de "Estoy afuera, sal cuando creas que puedes, cualquier cosa llamo a la policia".

Respiró hondo y se levantó de su cama, portaba una campera y un pantalón suelto, no quería pasar frío cuando se fuera de la casa. Así que con totalmente sigilo, abrió la puerta y fue al baño, abriendo la puerta y prendiendo la luz, con cuidado cerró la puerta luego de eso pero ella se quedó del lado de afuera. Se mordió el labio con fuerza y se dio la vuelta para comenzar a caminar en silencio hacia las escaleras. Cuando llegó a ellas se puso de costado y se sostuvo de las barandas, bajando a pasos temblorosos.

Una vez estuvo abajo observó todo para evitarse encuentros con el mayor, pues no confiaba para nada, y luego de lo que le hizo, la verdad es que quería huir lejos.

Se apresuró para ir a la entrada y se sentó con cuidado en el suelo para calzarse. Miró hacia las escaleras con miedo y se levantó.

"Es ahora o ser atrapada...". Pensó temblando, miró a la puerta y tomó su llave con delicadeza, evitando que hiciera ruidos fuertes, y justo cuando puso la llave en la puerta, escuchó la puerta de una habitación de arriba abrirse. Agrandó sus ojos y no pudo hacer más que girar la llave dos veces sin cuidado, y sacarla luego, para así bajar la perilla y abrir la puerta. Unos fuertes pasos se escucharon acercarse mientras salía y cerraba de un portazo, colocó la llave nuevamente y cerró con seguro. Había una sola llave en el llavero, debía asegurar que él no la siguiera.

Un golpe se escuchó desde adentro,y al mirar hacia atrás vio el auto, respiro entrecortado y corrió a el, la puerta se abrió y entró colocándose el cinturón de inmediato. Y cuando el auto comenzó a alejarse de su casa sintió alivio.

—¿Estás bien...?—Dejó de mirar hacia afuera y miró a su mayor.

—Muchas gracias por venir a buscarme, Oppa...—Sonrió agradecida, Felix la miró preocupado y negó.

—No debes agradecer, es lo mínimo que podía hacer...

—De todos modos gracias...—Bajó su mirada. El pecoso sonrió y llevó su mano a su cabello para dejar caricias y luego seguir manejando.

Hubo un silencio pequeño hasta que Hyunjin se atrevió a volver a hablar.

—¿A dónde iremos?

—A mi casa, debes estar muy lejos de ese hombre mientras llamas a tu madre...—La pelinegra asintió.

—Hoy no te pregunté...Pero tenías el cabello muy mal cortado—La miró de reojo y la notó sonreír algo forzada.—Y ahora tienes el cabello relativamente corto a lo que era antes...

—Me cortaron el cabello mis compañeros...Dijeron que debía verme masculino—Desvió su mirada.—Tuve que regular el largo y así me quedó...—Tomó un mechón que caía por su cuello, y suspiró.—Me gustaba largo, podía sujetarlo...

—Bueno...Te queda bonito de todos modos—Confiesa mientras se detenía en un semáforo. Hyunjin volteó a verlo sorprendida y sus mejillas se encendieron.

—¿De verdad lo cree...?—Felix asintió y la menor sonrió tímida.—Gracias...

El mayor no contestó, pero dio una dulce sonrisa que hizo sentir mejor a la niña.

Tras varios minutos llegaron a la casa del pecoso, Hyunjin se sorprendió al encontrarse con un edificio.
El auto dobló hacía un estacionamiento dentro de ese edificio y estacionó, suspiró y sacó la llave del auto para salir. La pelinegra también salió cuando este cerró la puerta de su lado, e hizo lo mismo.

—Ven—Se asomó en la parte de atrás del auto, haciendo a la chica asustarse.—Lo siento—Rió bajo y estiró su mano.—Vamos, vivo en el quinto piso—Ella sintió y se acercó a él, siendo tomada de la manito y llevaba a los ascensores. Ambos entraron y Felix marcó su piso.

El ascensor cerró sus puertas y comenzó a subir.

—¿De verdad no le molesta que me quede a dormir...?—Jugó con su manos entrelazadas, Lee la miró.

—Por supuesto que no, me agrada tu presencia de todos modos—Ella asintió timida. Las puertas del ascensor se abrieron  y Felix la llevó a su cuarto, al llegar sacó la llave y abrió la puerta.—Pasa—Sonrió de lado, la chica asintió y ingresó a su departamento, observó con atención del lugar.

Tenía una cocina comedor con tonos pasteles, una sala y un cuarto juntos,y un baño a un costado. Era sencillo pero cómodo.

—Puedes ir a mi cuarto si quieres, yo mientras preparé la cena—Se acercó a ella y le dio un beso en su mejilla, haciéndola voltear rápidamente muy sorprendida.—Oh...Solo fue un beso—Sonrió apenado.—Lo siento—Hizo una pequeña reverencia y se fue a cocinar. Hwang se puso roja y sonrió tímida.

"¿Será que es demasiado cariñoso?". Pensó mientras caminaba al cuarto. Al llegar se sentó y suspiró.

Tocaba llamar a su madre.

—Oh...¡Oppa, no tengo wifi!

—En la pared está la contraseña—Avisó sin levantar mucho la voz. Ella asintió y miró las paredes, encontrandose con un papel pegado con cinta, sonrió y puso la contraseña.

Apenas se conectó a la red, marcó el número de su madre y esperó. Nada. Volvió a llamar y nada.

Bufó frustada y fue a su chat.

"Por favor contéstame, es importante". Y tocó enviar.

Respiró hondo y se tiró en la cama boca arriba.

"¿Por qué siempre cuando más la necesito se desaparece?". Cerró sus ojos.

Luego de una hora, Felix apareció con su delantal y sonrió al verla dormida.

—Hyunjin, ya está la cena, ven a comer y luego sigues durmiendo ¿Si?—La nombrada frunció su ceño y abrió sus ojos lentamente.—Ven al comedor—Avisó dándose la vuelta y volviendo a la cocina.

Hyunjin se sentó en la cama y miró su celular, decepcionandose al no ver ningún mensaje de su madre, solo de Minho y Chris.

"KittyCat: Princesa, vuelvo mañana ¿Estás libre?"

"Chrispy: Me tiraron un helado en la cara por no ponerle crocante, pero ni siquiera me lo pidió ¿?"

Rió bajo y le contestó a Minho.

"Mañana estoy libre, pero no me busque en casa ¿Si?"

Bloqueó el celular y se levantó para ir a cenar. Al llegar su boca se abrió en sorpresa al ver una cantidad de cinco platos, dos con fideos, otra con verduras, otra con carne, y otra con mucha salsa.

—Provecho—Dijo Felix sentado esperándola. Ella sonrió feliz y se sentó frente a él.

—Es un montón...—Miraba todo con asombro.

—Me gusta comer bien—Ríe avergonzado y toma unos palillos.—Come, por favor—Pidió comenzando a comer. Ella asintió y lo hizo.

Ésta era la mejor cena de su vida.