Sharik sostuvo su pecho con sus dos manos, dando consuelo a su corazón, a ese pobre órgano tan maltratado. La vida no se puede comprar, el tiempo no se puede comprar y las horas pasaban sin rumbo, sin regreso. Estaba en penumbras, solo la claridad del pasillo llegaba hasta ahí, fue cuando un celular sonó a la lejanía. Sharik contuvo su tristeza y supo que el idiota de su jefe había olvidado su celular por enésima vez. Caminó hasta su oficina y buscó el aparato en donde se visualizaba un número desconocido en la pantalla. Sharik atendió.
—Oficina de Charles Brandon.
—¿Quién eres? —. La voz masculina y cortante, un inglés con un acento extraño el cual Sharik no alcanzaba a distinguir.
—Soy el asistente de Brandon. Mi nombre es Sharik Vroom, ¿quién habla?
—Dile a tu jefe que J.B lo llamó—agregó—. Tengo novedades acerca de Kazinsky.
El corazón de Sharik se detuvo, miles de pensamientos llenando de una bruma espesa su mente ¿Por qué Brandon había iniciado una investigación en torno a Kaz? ¿Qué es lo que presentía? Mejor dicho, ¿qué información tenía que no la había compartido con nadie?
—Puede decirme—agregó con ansiedad—, yo le daré su mensaje.
—Es confidencial—. Sharik tensó a mandíbula.
—Ya le dije que soy su asistente, todos los asuntos me atañen. Puede confiar en mí—. El silencio invadió la línea, Sharik dejó de respirar en ese instante.
—Brad Kazinsky murió, ha estado encarcelado durante los últimos 6 meses en una cárcel en San Petersburgo—. Sharik, por un instante, quiso quedarse sordo.
—¿Muerto?
—Su cuerpo ha desaparecido, piensan que lo incineraron. Tenía problemas con varios reos allí. Eso es lo que me aseguró el director de la prisión.
¿Prisión? ¿Por qué había caído en ese lugar Kaz cuando solo había ido al funeral de su madre y terminar de recoger sus pertenencias? ¿Qué secretos le había ocultado durante el tiempo en que estuvieron juntos?
—Kaz es fuerte—aseguró el muchacho intentando que su voz no se quebrara—, no es fácil de matar.
—Al parecer encontró la horma de sus zapatos. Dale el mensaje a Brandon, y dile que estoy dispuesto a reunirme con él por los honorarios. Adiós.
La comunicación se interrumpió y Sharik quedó con el celular en su oído, las nauseas lo invadieron en ese momento por lo que tuvo que correr al baño. Se sentó en el piso del sanitario y cerró los ojos. Dios, ¿es que acaso no merecía nada en la vida? Temblaba, el sudor lo recorría y más preguntas venían a su cabeza ¿Quién era el tal J B? ¿Cuánto había sufrido para morir en ese infierno?
Sharik sabía que su hombre era fuerte, de los mejores, un guerrero altamente entrenador, ¿cómo podía haber terminado así?
«Su hombre».
El pensamiento posesivo e incorrecto lo trajo de vuelta a la realidad. Observó la pantalla del celular y vio su reflejo ¿por qué debía importarte lo que a ese idiota le sucediera? ¿Acaso él le tuvo contemplación mientras le rogaba que no lo abandonara?
Kaz no lo amaba, lo había dejado cuando más lo necesitaba, sabía lo que estaba sufriendo por su hermano, por todos lo que le estaba pasando mientras su vida se desmoronaba un poco cada día. No había motivos para sufrir por él, sin embargo...
Sharik dejó el celular de Brandon y buscó en su mochila. Tenía todavía las llaves de la casa de Kaz, nunca se las regresó, ni siquiera tuvo tiempo de hacerlo. Desconocía casi todo de su vida, no obstante, comenzar por sus cosas era un buen indicio. Tomó su celular y marcó el número de su amigo Bastian, el único que podría seguirlo en esta locura.
—Hola.
—Necesito tu ayuda.
—Sharik, ¿qué sucede?
—¿Quiero que me lleves a la casa de Kaz?
—¿Estás loco? ¿Para qué?
—Tengo las llaves que me dio cuando salíamos, nunca se las devolví.
—Psicópata—bromeó Bastian—, ¿Y qué se supone que buscas? ¿Algún calzoncillo para masturbarte?
—Brandon recibió una llamada hace un momento, yo la contesté—explicó con seriedad—, el tipo asegura que Kaz murió en una cárcel rusa.
—La puta madre—dijo Bastian sin poder creer lo que escuchaba—, escucha Sharik, cálmate por favor. No vayas a hacer una locura...
—Kaz no está muerto.
—¿De qué estás hablando ahora?
—No me importa lo que digan—replicó—, no hay nadie que esté a su altura. Ven a buscarme, necesito información y voy a empezar por su casa.
—Debes decirle a Brandon.
—No todavía.
—Sharik...
—Ayúdame amigo. Eres todo lo que tengo, eres el único que me entiende—. Bastian maldijo, ¿qué iba a decir? Sharik tenía razón.
—Está bien, hombre. Dame 15 minutos y estoy por allá...
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AMORES DE INVIERNO - S.B.O LIBRO 11 ( Romance Gay +18)
Romance¿Alguien está preparado para aceptar la muerte de los seres que ama? Sharik viene de una etapa muy dura debido a la enfermedad y la posterior muerte de su hermano menor. Se siente solo en un mundo en el que prácticamente no encaja, solo apoyado por...