¿Alguien está preparado para aceptar la muerte de los seres que ama?
Sharik viene de una etapa muy dura debido a la enfermedad y la posterior muerte de su hermano menor. Se siente solo en un mundo en el que prácticamente no encaja, solo apoyado por...
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—¿Entonces? —indagó Kevin, que apoyó su espalda en el cabecero de la cama de su amplia habitación. Entretanto, su amante salió de la ducha solo envuelto con una toalla y un gran nudo en la cintura—. ¿Algo nuevo?
—¿Te refieres a si ya se enteraron de que Kaz está muerto? —inquirió molesto—. No, Brandon y los muchachos todavía no se enteran, aunque para el caso es lo mismo. Sepan o no ese será el final.
—¿Crisis de consciencia?
Kenzo Kimura ni siquiera lo miró, solo se limitó a acercarse a la orilla de la cama para vestirse después de dos horas de furia pasional.
Kevin, no conforme con sus gestos, se acercó a donde estaba y se sentó sobre sus talones.
—¿Qué puede saber alguien como tú de eso?
—Necesito que consigas la base de datos. El tiempo se agota.
—Me vigilan todo el tiempo. Todos saben que trabajé contigo y mis sentimientos por ti. Es difícil actuar en la oficina.
—¿Sentimientos? —Kevin arqueó una ceja y sonrió—. ¿Les contaste a los chicos lo que sientes por mí?
—Imbécil —bufó—. Al parecer, he sido más que obvio cuando se trata de ti. No tienen que ser unos genios.
—¿Todavía tienen al técnico informático ese?
—Cameron Joyce va todas las semanas. —Vio a Kevin intentar aflojar la toalla, y él la sujetó—. Por eso te digo que mi situación no es fácil.
—¿Ha dicho algo?
—No hay rastros. Se ha mantenido en silencio porque no tiene nada de qué acusarme.
—Eres bueno en tu trabajo. Jamás hemos tenido problemas.
—Para tu infortunio, Cam es tan bueno como yo.
—Deberíamos deshacernos de él. —Kevin se puso de pie y acorraló al hombre entre la orilla de la cama y su cuerpo.
—Claro, también deberías buscar una parcela en el cementerio si vas a hacer eso.
—¿Crees toda la mierda sensacionalista que dicen de su esposo?
—Dominic Callum es letal, lo sabes. No por nada nuestros socios lo miran con tanto respeto. No voy a terminar siendo comida para tiburones. Si tú quieres, es tu problema. Prefiero vivir.
—Piensas demasiado las cosas.
—¿En serio? —Kenzo frunció el ceño—. Según tú, este sería un trabajo limpio. Has tenido meses para planificarlo. Obteníamos la información y tú terminabas con Brandon y Kaz.
—Las cosas se complicaron.
—Dejaste que se complicaran —acusó—, porque no eres capaz de resolver las cosas tú solo. Debías meter a esos hijos de puta que están más locos que tú.
