Ewan llegó a su mansión media hora después. El olor a tostadas y huevos revueltos le terminó de quebrar el corazón. Caminó hacia la cocina y encontró a su padre preparando el desayuno, concentrado en su tarea. Se quedó observándolo por un largo rato, hacía mucho tiempo que no encontraba en su hogar una escena familiar y eso, a pesar de su decepción, le trajo alegría. Ewan le dio un golpecito a la puerta y su padre se giró hacia él, había felicidad en su rostro.
—¡Buen día! —dijo al tiempo que se limpiaba las manos con un repasador—. El desayuno estará en un par de minutos. Hay café y té. Sírvete.
Ewan se ubicó en una de las banquetas de la enorme isla, su padre llevó la cafetera y el delicioso menú en un plato.
—Espero te guste.
—Siempre amé tu comida—replicó el muchacho—, aunque últimamente hayas dejado de hacerla.
—Sí—dijo el hombre ubicándose frente a él—, he descuidado muchas cosas importantes. No volverá a ocurrir.
En esas dos semanas desde su regreso a Ciudad del Cabo, Fabien se encargó de recuperar el tiempo perdido con su hijo, de encontrar los baches necesarios en su agenda para estar con él y mostrarle que las cosas mejorarían y que de verdad le importaba.
—¿Qué tal la fiesta con los chicos? —preguntó mientras ponía un par de cucharadas de azúcar al café.
—Bien, estuvo... bien—. El café quemaba, ardía, dolía como una brasa.
—¿Quiénes fueron?
—Sharik, obviamente—sonrió—. Brandon, Bastian y Jake Brown.
—¿Te quedaste con ellos? —. Ewan dio un suspiro, ¿para qué ocultar su malestar si su cara lo decía todo?
—Sí, pasé la noche con Jake—. Su voz sonó firme pese a las inmensas ganas de llorar de una puta vez.
Su padre lo observó por varios segundos, no era su intención ponerlo incómodo sino darse cuenta de lo mucho que su hijo había cambiado, y de cuánto lo extrañaba.
—Los Brown se van esta tarde.
—Sí, ellos...—Ewan levantó la vista hacia su padre— ¿Tú cómo sabes?
—Me lo dijo Eva.
—¿Has hablado con ella?
—La encontré ayer en un bar—respondió para luego rascarse la mejilla—, nos pusimos a conversar y el tema del regreso a su hogar salió.
Esta vez el que tuvo la vista fija sobre su padre fue Ewan, apenas creía lo que estaba a punto de decir, pero ¡es que resultaba obvio!
—Te acostaste con Eva.
—No, es que...
—No era una pregunta—. Ewan bebió otro sorbo de café caliente. Su padre tragó saliva y, con toda la vergüenza del mundo frente a la encerrona de su hijo, fue incapaz de ocultar la verdad.
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AMORES DE INVIERNO - S.B.O LIBRO 11 ( Romance Gay +18)
Romance¿Alguien está preparado para aceptar la muerte de los seres que ama? Sharik viene de una etapa muy dura debido a la enfermedad y la posterior muerte de su hermano menor. Se siente solo en un mundo en el que prácticamente no encaja, solo apoyado por...