AMORES DE INVIERNO - S.B.O LIBRO 11 ( Romance Gay +18)

Adelanto, Fuego Mediterráneo

«Sasha Kózlov, miembro del Grupo paramilitar Wagner fue encontrado muerto en un hotel de Leipzig, Alemania. Se presume que se trató de un ajuste de cuentas, dado que estaba involucrado en el asesinato de uno de sus superiores. Un gran escándalo sexual que salpica a las fuerzas rusas».

Brandon leyó la noticia y fue inevitable sonreír ¿Por qué mentiría? Le encantaba saber que alguien se había encargado de uno de sus enemigos, por los motivos que fuera.

Llegó a la oficina esa mañana muy tarde, como ocurría desde que regresó con su novio que le robaba todo su tiempo y energía. La vida en familia lo estaba cambiando, Brandon percibía cada día que su retiro estaba cerca. Su concuñado, el Dr. Damián Blake ya se lo había advertido.

«No tiene sentido que sigas en esto, no lo necesitas».

Charles luchaba contra su instinto, contra su necesidad de luchar, de proteger su territorio, su hambre de guerra. Brandon era un guerrero y le dolía ser incapaz de dejar esa vida atrás. Sin embargo, el hecho que más lo preocupaba últimamente era Kevin Genson quien estaba vivo y no se quedaría de brazos cruzados ante la humillación que le habían causado en Rusia.

«La traición está en tu equipo, pero estás tan ciego que no puedes verla».

La frase había quedado en su mente, los hombres que estaban junto a él siempre se habían mantenido leales, incluso recibiendo mejores ofertas de trabajo. Kevin solo lo había dicho para molestarlo, para hacerlo pensar y, sin duda, lo logró.

Charles usó sus contactos en Inteligencia para ver en que estaba metido, sus movimientos los últimos meses y los resultados siempre eran los mismos. Nada. Kevin y su equipo eran fantasmas. Sin embargo, Brandon no se daría por vencido tan fácil.

«Nunca te dejaré en paz, Brandon».

La venganza era un plato que se servía frío y Charles se encontró en una disyuntiva, en buscar la paz o prepararse para la guerra, y, sobre todo, encontrar en su equipo objetivos sospechosos.

El celular sonó con insistencia, Brandon observó el número desconocido. Miró la foto en su escritorio. En ella aparecía su familia, Bas, Kaz, Sharik ¿Valía la pena arriesgar todo? Cerró los ojos y pulsó contestar.

—Brandon.

—Mucho tiempo, amigo—. El exteniente dio un salto fuera de su cómodo sillón. Por fin el enemigo aparecía.

—Vaya, te has tomado tu tiempo—desafió al hombre quien reía.

—He visto que me has estado buscando, tuve que aparecer—. Brandon quería tenerlo de frente en ese momento, mandarlo al otro mundo y que dejara de complicarle la vida.

—¿Qué quieres bastardo?

—¿No lo sabes acaso? —. Brandon tensó la mandíbula.

—La lista de mis clientes es confidencial, jamás te la daré.

—Yo no estaría tan seguro, además, recuerda que uno de mis aliados está allí. Solo debo llamarlo y tu idílico cuento de hadas se terminará.

—No te metas con mi equipo, hijo de puta. Quisieras tener el uno por ciento de la lealtad que corre por sus venas.

—Por supuesto—ironizó— ¿Te has preguntado si todos piensan igual que tú?

—Lo hacen, no tengo nada que pensar.

—Hagamos una cosa, hoy estoy bondadoso así que daré una pista de uno de mis aliados—habló con un susurro—. Es el más joven de tu equipo.

Brandon tragó saliva, de pronto su mente se llenó de una niebla espesa en donde ni siquiera recordaba su propia edad.

—Déjate de pendejadas y dime dónde te busco.

—¡Qué macho! —exclamó con burla—. Mira, solo he llamado para pedirte que dejes de buscarme. Cuando sea el momento, yo te encontraré.

—Genson...

—Saludos a tu noviecito, ¡adiós!

—¡Kevin! ¡Kevin! —quedó en medio de gritos mientras su rival cortaba la llamada—¡Maldito bastardo!

Tal fue su ira que revoleó el celular el cual se hizo añicos contra la pared. Estaba en una encrucijada, una que parecía no tener fin. Respiró, y la pista inicial volvió a su cabeza.

—Baltimore, Mario—tragó saliva y su respiración se detuvo, no, esto era una pesadilla.

Buscó los archivos de sus compañeros, revisando sus fechas de nacimiento y la verdad lo golpeó peor que Mike Tyson en sus mejores épocas. Miró la foto, los rizos fuera de control, los ojos miel intensos y la sonrisa única.

«Kevin me propuso trabajar con él, pero no me interesa. Me quedaré contigo».

Brandon le había creído, todo este tiempo le había creído. Detuvo las conjeturas, él no se merecía esto, no cuando arriesgó su vida para salvarlos y ahora lidiaba con las consecuencias. Necesitaba respuestas, pero ¿cómo se enfrentaría a una verdad tan nefasta?

Pensó en su amigo, en ese hombre que ahora lo cuidaba y lo amaba como nada. Pensó en el disparo en el pecho que implicaría si esto se tornaba una realidad.

Luciano de Almeida era el miembro más joven de su equipo, era el hombre que, a partir de ese momento, quedaba en el ojo de la tormenta...

Y quedamos con mil preguntas encima!!!!! 😱😱😱😱. Será una historia muy intensa, de muchas emociones encontradas en donde terminaremos amando a quienes odiamos, y odiando a quienes amamos por momentos. Espero les guste, la tengo en mis proyectos para este año así que bueno, sé que cuento con ustedes. Un beso enorme. Paz