39 Viejos tiempos 🔥💖

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Quince días después...

—Vamos pueden venir a casa de Kaz. La pasaremos bien, será como en los viejos tiempos.

—Nada volverá a ser como en los viejos tiempos, Sharik.

Bastian se observó en el espejo y arregló su camisa. Dios estaba haciendo un esfuerzo monumental al abandonar la corbata.

—Estoy tan orgulloso de ti.

—¿Porqué?

—Has demostrado ser un hombre excepcional, alguien a quien cualquiera desearía tener en sus brazos.

—Algunos me tuvieron y no me valoraron.

—Lo sé, el peor error que he cometido en mi vida...

La última conversación con Brandon vino a su mente. Ese día cumplían más de 2 meses de separados. La herida se sentía extraña, ya no dolía mortalmente como al principio. Bastian era consciente de que seguía enamorado, pero se lo tomaba diferente. Con más tranquilidad, la desesperación de sus besos y abrazos ya no lo arrastraba a una espiral de desesperación y dolor como los primeros 15 días lejos de su teniente.

El viaje a Rusia había cambiado las cosas, lo había cambiado a él. Le había demostrado su fuerza e integridad. Sus talentos y virtudes a las cuales muchas veces se negaba. Le había dado amor propio y eso no se compra, se gana, y la mayor parte de las veces con aprendizajes profundos después de episodios de inefable angustia.

Entonces Sharik lo había invitado a una cena en casa de Kaz, una cena en la que estarían Brandon y Jake Brown. Ewan también iría, y, para terminar la noche, el tal JB terminaría con una verga en el culo, aunque seguramente todavía no se lo imaginaba. Ewan era una caja de sorpresas. Una muy atrayente no solo por su aspecto físico sino también por su personalidad. Bastian contenía la risa cada vez que lo pensaba.

Bastian había aceptado la invitación, supuso que aún su corazón guardaba una esperanza. Una que se desvanecía con el correr de los días y la falta de comunicación de Charles.

Una camisa celeste que combinaba con sus ojos de una manera deliciosa. Arregló el cuello y rozó su piel perfumada. Tocó sus cabellos, las hebras doradas que caían sobre sus hombros y decidió hacerse una coleta. A Brandon no le agradaba demasiado cómo le quedaba el cabello largo y Bastian había cedido durante mucho tiempo. Ahora, era momento de recobrar la confianza, y si en algún momento ese hombre quería regresar, sería en sus propios términos.

El sonido de la bocina le mostró que Ewan había llegado. Salió rápidamente y se encontró con su amigo en la nueva camioneta que su padre le había regalado para su cumpleaños número 24.

—Esto es una belleza.

—Siempre he amado el olor al cuero nuevo—. Un choque de manos y un abrazo.

—¿Listo para la acción?

—Ewan Marcus jamás te diría no a una cena gratis, y, si eso incluye la posibilidad de un polvo con un dios lujurioso, mucho menos.

—De verdad estás loco—. Ewan lanzó una carcajada. La verdad es que los mensajes de Jake para él por intermedio de Sharik habían sido lo más cómico que vivieron en las últimas 2 semanas.

—¿Y recién te has dado cuenta Driesen?

Era una noche para festejar. Una noche que llevaban postergando debido a la recuperación de Brandon y de Kaz.

—A veces creo que todo lo que vivimos fue un sueño.

—En parte lo fue—replicó al tiempo que recordaba los hechos ocurridos en esa semana espantosa—. Creo que para Sharik resultó más bien una pesadilla.

El vehículo tomaba la carretera que lo llevaría a la mansión de Kaz en las afueras de Ciudad del Cabo.

—Gracias por haberme invitado.

—¿Agradeces que casi te mataran? —indagó Bastian con una risa burlona.

—Todo lo que aprendí, pude ver mi propio valor, pero sobre todo el amor de mi padre.

—Tu padre solo estaba herido, demasiado, pero nunca quiso hacerte daño. Simplemente no sabía cómo actuar. Su dolor le impedía estar disponible como padre para ti.

—Hubo un tiempo en que lo extrañé enormemente—explicó con su vista en la carretera—. Y creer que lo que más anhelaba de mamá no solo era su partida sino también la partida de él.

—Ya no más...

—No, claro que no—respondió con una sonrisa tierna, de las pocas que dejaba entrever a sus amigos. Lejos estaba del sueño húmedo seductor, ahora era Ewan, alguien con ganas de vivir todo lo que viniera.

Llegaron a la mansión media hora después, los amplios portones se abrieron y la casa de ensueño se mostró sin tapujos. Estaba volviendo a cobrar vida poco a poco. Estacionaron el vehículo en la puerta, los deportivos de Jake y Brandon ya estaban ahí.

—¿Estás nervioso? —preguntó Ewan

—¿Y tú?

—Nervioso no, más bien ansioso.

—Bien, creo que es eso lo que siento en este momento también. Recuerda los trucos—. Bastian frunció los labios para contener la risa.

—Vamos y terminemos con esto.


****


Sharik observaba la piscina interior de la cual se desprendía el vapor caliente. Kaz vino desde atrás y lo rodeó con sus brazos musculosos.

—¿En qué piensas?

—En muchas cosas y en nada al mismo tiempo.

—Cuéntame alguna...

—¿Te arrepientes de haber regresado conmigo?

—Creo que te he demostrado todo el arrepentimiento desde hace dos semanas—dijo con una gran sonrisa Kaz.

—No hablo de sexo.

—Ya lo sé —respondió el hombre —. No estoy arrepentido de nada, ni siquiera de lo malo que nos ocurrió porque todo ello te trajo de vuelta a mí.

Kaz le besó el cuello muy despacio, sus manos presurosas abandonaron la cintura para acariciar su cuerpo entre la fina camiseta manga larga. Los dedos de su mano derecha tocaron un pezón, apretándolo y Sharik se mordió el labio inferior para no gemir.

—Para...

—¿Por qué? —susurró con su voz cargada de lujuria—. A ti te gusta esto.

—No solo me gusta. Amo la manera en que me haces tuyo—. Se giró hacia el hombre y enredó sus brazos alrededor del cuello. Kaz continuó recorriendo su espalda. Sus labios se unieron en un beso febril, con la misma desesperación que la primera vez.

—Dios, no puedo quitarte las manos de encima...

—Ha estado un año sin tocarme, más vale que se esmere. Sr. Kazinsky—. El hombre dio una carcajada ronca y volvió a perderse en sus labios. En esa mirada gris que encendía hasta a los muertos.

—Te quiero en la cama ahora.

—Tenemos invitados, ¿recuerdas?

—Les diré que se vayan—. El timbre sonó en ese instante y Sharik rio con ganas.

—Creo que vamos a tener que esperar un poco más...

AMORES DE INVIERNO - S.B.O LIBRO 11 ( Romance Gay +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora