Daisy
Ya habían pasado algunas semanas desde que todos habíamos regresado de San Diego. Logan y yo habíamos estado en constantes exámenes por lo que, no nos mirábamos demasiado, y la mayor parte del tiempo solo nos mirábamos para dormir. Papá había estado de viaje por cosas del trabajo y el tío Marco también se había ido con él, por lo que Valentina había pasado algunos días con nosotros y los demás días con su madre.
Justo hoy está conmigo tomando el sol frente al lago.
—Aisy, ¿por qué Lo no está contigo hoy?
—Porque está ocupado estudiando.
—¿Y pol qué estudia?
—Porque él quiere trabajar en el mar.
Frunció el ceño y señaló el lago.
—¿Como un maestro de los peces?
Me río y le amarro el cabello que lo tiene pegado a las sienes.
—No, maestro no. No se puede dar clases a los peces, Valentina, pero él ayudará a los animales del mar y al mar también.
—¿Los salvará?
—Así es.
Me acarició las mejillas con sus manitas.
—Me parece estulpendo.
Asentí y ambas nos recostamos en la manta que había tendido para tomar un poco de sol, ya nos había cubierto con bloqueador solar, Valentina se tendió a mi lado y cerró los ojos. Al final se quedó dormida, tomé una bata y me la puse alrededor antes de tomarla entre mis brazos y llevarla adentro.
Mamá estaba sentada en la mesa de la cocina dibujando el boceto del próximo trabajo que realizaría dentro de unas semanas. Llevé a Valentina a mi habitación donde la acosté en la cama y me puse un vestido y bajé a la cocina donde Vanesa estaba preparando la merienda de la tarde.
Comimos con Adrián que estaba más callado de lo normal y cansado, se notaba por su ojeras y que también casi se queda dormido encima del plato.
—Amor —lo llamó mamá, sobándole la cabeza—, ve a dormir a tu habitación. No has descansado nada. Ve a hacerlo.
Se puso de pie y le dio un beso en la frente e hizo lo mismo conmigo. Le sonreí y él me devolvió la sonrisa con un bostezo.
Yo ya he terminado mis exámenes, por lo que tengo una semana de receso, pero Logan no debido a que se graduaba a comienzos del año que viene, pasaba y estudiaba más tiempo de lo normal. Pero eso no le impedía venir por mí a altas horas de la noche y colarse a mi lado para dormirse conmigo. O llevarme a su casa a hacer lo mismo.
Ya era normal que pasara más tiempo en su casa que en la mía, tenía mi ropa allá, también la interior, algunos productos de mi cuidado personal y Logan se había dedicado a comprar mis champús, mis cremas y lociones, no le importaba gastar tanto con tal tuviera todo y no saliera de su casa.
—Amor, voy a salir e iré a dejar esto al lugar donde la película se comenzará a grabar para que miren el boceto y si necesitan algo más —dijo mamá.
—Está bien, creo que Logan vendrá hoy.
—Qué bien, no lo miro por aquí hace unos días.
—Ha estado en exámenes, no ha tenido tiempo de salir mucho.
Asintió mirándome por un momento y luego siguió con el boceto en su tablet de dibujos.
—Bien, Vanesa irá de compras hoy —me dijo y miró a Vanesa donde escribía una lista de no sé qué —. Si usas la cocina debes dejarla limpia, ya lo sabes.
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Unidos por un hilo rojo
RomanceDaisy siempre tuvo en claro una cosa: ella había planeado un futuro con Gabriel, soñó tener una boda de ensueño, tendrían unos lindos bebés, un perro y un gato y serían felices para siempre. Entonces, ¿qué fue lo que la hizo cambiar de parecer? ¿Qué...