Este extra se sitúa en la primera navidad de Daisy y Logan después de casarse, por lo que solo han pasado tres meses de su boda y justo ese día (24) están cumpliendo su cuarto mes, espero lo disfruten.
Daisy
—¿Entonces qué opinas?
—Me gusta, te queda bien —respondió Logan mientras me miraba por medio del espejo que tenía enfrente.
—¿Sí, verdad?
—Daisy, sabes que todo te queda perfecto.
Su mirada se dirigió más hacia el espejo donde sabía que daba una excelente vista de mi trasero, pero al fijarme bien. No era lo que estaba viendo, estaba viendo al hombre que se sentaba a unos sillones más allá de nosotros, cuando los ojos de Logan se encontraron con los del hombre, el cual se puso de pie y salió caminando hacia un cubículo sin dirigirme una mirada.
Sonreí para mis adentros cuando la mirada de Logan se encontró con la mía.
—Me lo llevo entonces —le comuniqué a la chica que nos estaba atendiendo.
—Con mucho gusto, puede realizar su pago en caja.
Me adentré al cubículo y Logan se me unió, siempre había sido así desde que veníamos a tiendas, siempre que me probaba algo al quitármelo él se metía conmigo a los vestidores, al principio me dio pena de que las trabajadoras nos vieran, pero claramente a Logan no le importó ni un poco así que lo hacía en sus narices.
Así que ahora solo veo mientras él me quita el vestido que me estaba probando para la cena de hoy, y nuestros ojos se encuentran por el espejo y me encanta encontrarme con esa mirada que es fuego puro. Siempre que mira es como si fuera la única persona que existe en su mundo, aparte de tenerme en diferentes museos del mundo, de tenerme en su oficina y de tenerme en nuestra casa.
—Qué bonito se te ve esto —tomó la cinturilla de mi braga y luego la estiró y la soltó haciendo que chocará contra mi piel, me puse de puntillas ante la sorpresa y sentí cómo mis fluidos comenzaban a pegarse a mis bragas.
—Por supuesto, me la puse para modelársela a mi esposo.
—¿Sí? —murmuró, entretenido jugando con la cinturilla entre sus dedos.
Nuestros ojos se encontraron en el espejo y una de sus manos subió por mi abdomen hasta que llegó a mi cuello y apretó, me puse más de puntillas cuando sentí su aliento en mi mejilla, se me apretó el estómago de anticipación y gemí.
Eso fue todo lo que Logan necesito para mover mi cabeza hacia atrás y besarme, levanté mis manos y apreté su cabello para acercarlo más a mí. Me devoró como siempre lo hacía y yo me derretí contra él.
—Logan, debemos irnos —susurré sobre sus labios y nuestros ojos se encontraron en el espejo.
—Bien.
Me hizo apoyar las palmas en el espejo y empujo su turgente erección contra mí, la sentí grande, dura y gruesa. Me mordí el labio y gemí. Logan se separó de mí y me besó la frente y me ayudó a ponerme mi ropa para llevar el vestido, nos tomamos de la manos y llegamos a caja, Logan paga con nuestra tarjeta y lleva mi bolsa mientras nos sentamos a comer en un puesto de crepas.
Comimos tranquilos mientras hablábamos de nuestros regalos.
—¿Qué me compraste? Sabes que no eres buena con los secretos así que dime de una vez.
—No. Sé que soy mala con los secretos, pero no te diré nada.
Entrecerró los ojos hacia mí y me limpió los labios con el pulgar y me fijé en los suyos, aparté los ojos para no abalanzármele delante de todos.
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Unidos por un hilo rojo
Roman d'amourDaisy siempre tuvo en claro una cosa: ella había planeado un futuro con Gabriel, soñó tener una boda de ensueño, tendrían unos lindos bebés, un perro y un gato y serían felices para siempre. Entonces, ¿qué fue lo que la hizo cambiar de parecer? ¿Qué...