CUATRO

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Entonces antes de continuar, les contaré detalladamente todo lo que ha pasado, lo que nos llevó a estar así ahora...


Abril, 2014

- Corre, Emi. - Alfredo tomó las maletas - A ti se te hace tarde, y a mi el Iván me va a dejar 

- Yaa voooy. - terminé de abrochar mi tenis - No creo que se atreva. No después de lo que le hicieron tu y Joaquín, la última vez que les hizo la "bromita".

- Más le vale. Pero créeme, que esa podría ser su venganza. - volteó a verme.

- Que geniecito. - reí.

Subimos a una de las camionetas que nos estaban esperando desde hace ya un buen rato. Yo arranqué para el aeropuerto, pues ahí me esperaban Rebecca novia de Iván, Adriana y Grisel, que por lo que me enteré, iba en plan de soltera. 

Entonces, será más divertido.

Por otro lado. Se irían Iván, Ovidio y Alf, juntos en la avioneta. Allá nos veríamos ya en el hotel. Luego de 4 horas largas para nosotras, llegamos al hotel. Ninguno de los muchachos se veían afuera, entonces fue cuando Gris le marcó a Ovidio.

- ¿Dónde están, rata?. - habló poniéndole altavoz a su celular.

- Aquí en el hotel, ¿Por qué?. 

- Si, pendejo. Me refiero a en que parte. - dijo Grisel.

- Aaah jajaja. En la alberca. - dijo simple.

- Si bueno, es que ya llegamos. - ahora habló Adriana.

- Pues, pásenle. - rio - No se van a quedar ahí, ¿Cierto?.

- A veces me dan ganas de ahorcarlo. - dijo Adriana, volteándonos a ver.

- ¿Quién es?. - se escuchó a Iván del otro lado.

- Son las morras. - dijo Ovidio - Que ya llegaron.

- A ver, pásmelas wey. - dijo Iván - Bueno...

- ¿A donde nos metemos?. - le preguntó Gris.

- Díganle ahí en recepción que vienen con los Sánchez, ya ahí se encargan. - explicó - Mi chula se hospeda conmigo, Adri con el Ratón, Emi con el Alfredillo y tu sola, carnala. Ni modo. - rio.

- Está bien. Mejor para mi. - dijo Gris - Allá los vemos, espérenos.

- Simón, pero en corto. - dijo Iván, y colgó.

Al entrar, nos dirigimos a recepción. Dicho y hecho, nos entregaron copias de las llaves que tenían los muchachos. Los mozos nos ayudaron con las maleta y nos dirigieron a nuestras habitaciones. 

Abrí la habitación, dándole el pase al mozo con las maletas. Las colocó en el piso cerca del closet, y se retiró. 

Alfredo no tenía mucho rato de haber llegado, y ya tenía la habitación hecha un caos. Ropa saliendo de la maleta, botellas de licor sobre las mesitas de noche, envolturas de sabritas y latas de cerveza en el suelo. 

Respiré hondo.

Si no recogía esto, me iba a dar un ataque. Así que me tomé todo el tiempo del mundo y junté todo en una bolsa reutilizable, era lo único para poder echar todo eso. Después acomodé mi ropa y la de Alfredo en el closet.

Cuarenta minutos después, ahora sí, me puse un taje de baño para salir a la alberca. Eché algunas cosas a mi bolsa cómo protector solar, cargador portátil, celular, una toalla, etcétera; y salí en camino a la alberca. Empecé a buscarlos con la mirada, pero nada. 

Más que Amigos - JAGSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora