Más que Amigos - JAGS

VEINTISEIS

— ¿Y qué tal Mazatlán?. — les pregunté a mis papás.

— La verdad lo disfrutamos mucho. — dijo papá mientras veía a mamá. 

— Hace demasiado tiempo que no teníamos unas vacaciones así. — habló mamá devolviéndole.

Sonreí al verlos emocionados contándome sobre su viaje. Realmente se lo merecían.

Seguimos charlando de algunas otras cosas. Y prácticamente me pasé toda la tarde con ellos. De hecho Alfredo había llamado un par de veces preguntándome si aún seguía aquí, o si se nos ofrecía algo.

Después de cenar me despedí de ellos, ya que era algo noche y debía regresar a casa de Alf. A parte de que quería darles su espacio.

— Entonces, ¿Si van a ir a la fiesta de Archivaldo?. — pregunté, mientras besaba la mejilla de papá. Luego la de mamá.

— ¡Claro!. Él mismo nos estuvo insistiendo el día de la revelación, que no faltáramos a su... ¿Cómo dijo, cariño?. — explicó mientras lo volteaba a ver para completar su respuesta.

— Ehh... Iván Fest treeees.... — dijo pensando.

— Iván Fest tres punto uno. — terminé la oración.

— ¡Eso!. — dijo riendo.

Le devolví una sonrisa.

— Bueno. Entonces... ¿Eso es un sí?. — pregunté.

— Ay, mi niña. — tomó un mechón de mi cabello, colocándolo detrás de mi oreja — Estás igual de terca, que él. 

Reí. — Ser terco, es algo que todos los Guzmán tienen. Y pronto se pega. — negué divertida — Bueno, ahora si los dejo. — dije tomando mis cosas, lista para salir — Chao. Los quiero. 

— Nosotros a ti, amor. — se despidió papá. 

Salí cerrando la puerta principal.

Cuando bajé al estacionamiento, los muchachos me estaban esperando. Bueno, más bien tenían toda la tarde aquí conmigo. Alfredo ya les había dado indicaciones sobre no dejarme sola, por más que yo se los estuviera pidiendo. 

No era mentira lo que le había dicho a mis papás, sobre lo tercos que eran.

Minutos después llegué a casa. Le pedí de favor a los muchachos que se encargaran de estacionar mi coche. Mientras yo ingresé adentro de la casa. Caminé a donde es mi zona de confort, o sea, la cocina. 

Alfredo estaba sacando algunos contenedores de comida rápida, por lo que podía ver.

— Chaparra, mira... Mandé traer comida china, hamburguesas, boneless, pizza, tacos. — señaló cada una de las charolas 

— Alf... No me hagas esto. — dije haciendo pucheros.

— Percibe los deliciosos olores de la comida. — empezó aventarme el vapor que salía de la misma — ¿Quieres...?. — dijo tendiéndome un plato.

— Ya cené con mis papás. — lo miré — Pero gracias. 

— Así que, me dejarás comerme todo esto solo. — dijo dándole vuelta al fideo con el tenedor. 

En pocas palabras provocándome.

Maldito.

— Poquito, Jesús. — empecé a servirme un trocito de cada comida, igual a fin de cuenta, no tenía mucha hambre.

Luego de servirnos nos fuimos a la sala, dónde Alfredo ya tenía todo listo para ver una película. Él había tomado una hamburguesa y trocitos de boneless. Según él, "los antojos del embarazo".

Alf había escogido la película de ¡Cuidado!, Bebé suelto. Le dimos play, y conforme avanzaba, se ponía cada vez más interesante. 

— ¿Te imaginas que nuestro bebé salga así?. Dios mío. Los sustotes que no pueda meter. — metí el último trocito de pollo a mi boca.

— Pues, entonces tendremos que tenerlo amarrado a la cuna. — rio.

— Noo. Por eso lo vamos a educar y querer mucho. — acaricié mi vientre — Porqué papi y mami te aman. — empecé a hablarle, sin dejar de acariciarlo. 

Sonreí al sentir la mano de Alf junto a la mía, haciendo el mismo gesto y acción que yo.

— Emi, Escucha... — sentí que inhaló profundo, lo que hizo que volteara a verlo —  Yo, he estado pensando las cosas. Y llegué a la conclusión de... 

— ¿Estás nervioso?. — pregunté interrumpiendo.

Soltó una risa pequeña. Lo cual evidenció que si estaba nervioso. 

— Debo de admitir que si. La verdad si. — confesó. 

— Bueno, procede. — dije viéndolo.

Sonrió mirando el suelo. — Chaparra. — suspiró — Yo quisiera saber, si estás dispuesta a intentar algo nuevo conmigo. — tomó mi mano, pasando sus dedos y dejando leves caricias — Quiero que criemos a nuestro campeón juntos. Cómo una pareja.  

Sentí que mi corazón empezaba a latir rápido. Realmente, ¿Esto estaba pasando?.

E involuntariamente sonreí.

— O sea... — dije casi articulando una pregunta.

— Emilia. Desde hace mucho tiempo, yo te he querido, como más que amiga. — dijo viéndome a los ojos — Cómo mujer. Mi mujer. 

— ¿Es enserio?. — pregunté con mis esperanzas al tope. 

— Si no fuera real. No te lo estaría diciendo, Emi. — volvió a tomar mi mano.

— Siendo sincera, es algo que no veía venir. — reí nerviosa — Pero he de confesar que, el sentimiento es recíproco. — hice una pausa, e inhalé profundo — Desde hace mucho tiempo, más del que te imaginas. He estado enamorada de ti. — volteé a verlo, y vi que se le había formado una sonrisa al decir lo último — Pero tenía miedo de arruinar nuestra amistad, cuando me dijeras que no era mutuo. 

— Pero ahora, ya sabes que sí. — dijo viéndome — Entonces... ¿Qué dices?. 

— Si Alf, estoy dispuesta a intentar algo contigo. — sonreí — Quiero ver crecer a nuestro pequeño juntos.  

Se acercó hacia a mi, tomándome de la mejilla y dejando un profundo beso en mis labios, que pronto cedí siguiéndolo y haciendo mi cabeza a un lado para poder besarlo mejor.

Nos acomodamos en el sofá, en la misma posición, Alf recostado en todo el lugar, y yo entre sus piernas recargándome en su pecho. Regresamos unos minutos la película, y le volvimos a dar play para seguir viéndola.

Aburrido, pero no quise despedir el año sin publicarles algo...

Quiero desearles un buen feliz año nuevo!! 🎉 Si hubo problemas en este, que el próximo esté lleno de bendiciones y felicidad para todos 💖 Espero que se la pasen chidorri esta noche... 

Nos leemos luego.