Finalmente me acerqué a la habitación, donde muy probablemente estaba Jesús con la chica. Era la habitación que él me había asignado, cuando venía a quedarme hacer pijamadas o ese tipo de cosas. Estaba frente a la puerta pensando en si, ser prudente y tocar la puerta. O sólo abrir la puerta de golpe, para saber que estaba pasando.
- Creo que me gusta más este. - escuché a Alf hablar.
- Pues el tamaño es perfecto. - habló la mujer.
- ¿Y si metemos unos juguetitos?. - propuso.
- Sería magnifico. - ambos rieron.
Maldita sea.
- Sólo espero que Emi, no se enoje.
Me armé de valor y toqué la puerta, pero rápido también la abrí.
Y sí. Estaba Alfredo con una mujer, quien le enseñaba algunas cosas en un iPad. El sonido de la puerta al abrirse, también provocó que ambos voltearan a verme. Traté de sonreír, buscando la manera de iniciar alguna conversación.
- Hola. - dije tímidamente.
- ¡Chaparra!, que bueno que llegaste. Ven, acércate. - caminó hacia a mi tomando mi mano, yendo hacia la chica que estaba con él. - Mira, ella es Dinora. Es diseñadora de interiores.
Ella extendió su mano, y aún algo confundida la tomé estrechándola - Mucho gusto, señora Guzmán. - volteé a verlo, y sólo me guiñó un ojo sonriendo - El señor Alfredo me contactó para diseñar el cuarto de su futuro bebé. Muchas felicidades.
- Gracias, señorita Dinora. Igual un gusto. - sonreí, minalmente suspirando de alivio.
- Le mostraba al Señor, algunos diseños e ideas. Él ha elegido algunos, pero también es siempre importante la opinión de la mamá. - explicó, y me tendió su iPad para que lo tomara.
- ¿Si?. Bueno, eso verdad. - comencé a deslizar mis dedos sobre la pantalla, que mostraba un diseño 3D de la habitación remodelada. - Pero, aún no sabemos que es Alf. - lo miré.
- Perdón por interrumpir, señora. - no me gusta que me diga señora - Le comentaba a su esposo, que podríamos jugar con algunos colores blancos, cremitas o cafés para las paredes. Y el toque se los daría algunos de los muebles cuando ya estuviera, casi por terminado. - presionó algún botón en la pantalla, y esta empezó a dejar ver como tomaba color los "muebles" en el diseño. - Fue lo que él eligió.
Realmente estaba muy bonito. Y no podía negarlo, Alfredo siempre tenía buen gusto para las cosas. Siempre quedaba fascinada como estaban sus casas, ranchos o incluso sus autos. Su estilo elegante, pero a la vez juvenil. Era algo que siempre plasmaba en lo que le pertenecía. Y este diseño de habitación, no era la excepción.
- Es perfecto. - dije volteándolo a ver con una sonrisa, haciendo que el también lo hiciera.
- Entonces, ¿Ambos están de acuerdo en el diseño?. -preguntó.
Yo asentí.
- Así es. - contestó Alf.
- Bueno. En unas semanas más, yo me comunico con ustedes, para darle seguimiento.
Ambos asentimos.
Acompañamos a la señorita hacia la puerta, despidiéndola. Esperamos a que terminara de marcharse, y cerramos la puerta, caminando a la cocina.
- ¿Y eso?. - pregunté.
- ¿Qué?. - me miró.
- Por qué la trajiste. O sea, no crees que era algo pronto. - expliqué.
- Nop. - respondió inocente.
Negué divertida.
- Mínimo me hubieras avisado. Cuando llegué empecé a oír voces. Me paniqueé, pensando que habías traído algunas de tus amigas. - reí algo nerviosa.
Me miró sonriendo con superioridad. - ¿Celosa, mi Emi?.
- Quisieras. - me carcajeé.
- Ajá. - soltó.
Volví a negar.
Le dije que me ayudara a preparar la comida
No voy a mentir. Estaba algo nerviosa por ver a mis papás, pues llegarían pasado mañana. No había día que no me llamaran preguntando sobre como me sentía, y si todo iba bien. Al igual que los papás de Alfredo, sus hermanas y hermanos. Pues después de Frida, era la o el segundo nieto y sobrino en su familia. Y el primero en la mía.
Después de una larga y nostálgica tarde, cayó la noche. Terminé de cenar y subí a la recámara. Me puse una pijama oversize para sentirme más cómoda. También me enredé en las cobijas y sábanas de la cama.
Sólo esperaba a que llegara Alfredo, que después de comer, salió a algunos asuntos que iba a ver con sus hermanos. Cosas de su trabajo.
Un par de horas después, casi media noche. Desde afuera se escuchó su camioneta estacionarse, luego la puerta principal cerrarse algo fuerte. Y a los pocos segundos, la puerta de la habitación de abrió, y apareció detrás de ella.
- ¡Emi!, ¿Sigues despierta?. - exclamó.
- Te estuve esperando. Vienes de con los muchachos, ¿Verdad?. - asintió quitándose la camisa y los zapatos - Es que hasta acá hueles a cigarro. - abrió la boca para decir algo, pero lo interrumpí. - Iván, cierto.
Él asintió riendo. Y se sentó en mi lado, frente mío.
- Y tú... ¿Todo bien?. - preguntó, seguramente refiriéndose al bebé.
Asentí sonriendo - Excelente, diría yo.
Hizo una sonrisa ladina, viéndome. Colocó su mano en mi abdomen, levemente abultado. Dejando caricias sobre este.
Observé la escena, y me enternecí. Al devolver la vista al frente, él se encontraba un poco más cerca. Instintivamente miré sus labios algo rojos, que así se le tornaban cuando los relamía. Ahora mi vista viajó a sus ojos, que estaban puestos en mis labios.
En un movimiento ágil, tenía a Alfredo sobre mi besándome. Y sin siquiera pensarlo, se lo seguí.
ESTÁS LEYENDO
Más que Amigos - JAGS
Random- ¿Toda la vida?. - Toda la vida. 🔜 Noviembre 10, 2022 🔚 Enero 22, 2023