La fiesta de Iván había comenzado hace algunos minutos atrás. La mayoría de las personas que se encontraban aquí, ya disfrutaban de la comida, tragos y música, pero aún faltaban más personas por llegar, o algo así había escuchado.
Alf se había ido a recibir y saludar algunos de los invitados, junto con sus hermanos. Mientras yo me encontraba sentada con Becca, esperando a Gris y Adriana.
— ¡Qué onda, cuñadas!.
Se escuchó la voz de Alejandrina detrás de nosotros. Haciendo que Rebeca y yo volteáramos.
Yo la miré aburrida, pero regalándole una sonrisa al final.
— Bromita, Emi. — rio — ¿Y los enanos de mis hermanos?. — preguntó mientras saludaba a Rebeca de beso.
— Fueron a recibir algunos amigos. — respondió Becca.
— ¡Ash!. Entonces si se van a poner bien idiotas. — dijo ahora saludándome a mi.
— Habían dicho que esa era la idea. — dije riendo, mientras ella negaba — ¿Y tu marido?. — pregunté.
— Según se desvió al baño. — suspiró mirando hacia todo el lugar — Pero conociéndolo seguro... — se detuvo al voltear a la zona de bar — Míralo, hijo de la chingada. Dejen voy por él. — dijo mientras nos pasaba su bolso y se iba alejando.
Rebeca y yo sólo nos reímos de lo que iba renegando Alejandrina. Justo al irse Ale, llegaron Adriana y Gris con algunos cuantos postres en un platito.
— ¿Y Ale?. — preguntó Adriana — La vimos que estaba aquí hace unos segundos.
— Fue por Érick. — dijo Becca, quitándole un postre a Gris del plato.
Ambas asintieron y se sentaron. Gris nos ofreció un poco de lo que traía.
Pasaron algunos minutos. Las cinco disfrutábamos de los bocadillos y bebidas, yo por obvias razones agua y un poco de jugo.
A lo lejos se escuchaba un alboroto. El grupo de mujeres que estábamos, pronto volteamos hacia donde provenía tales voces. Los Zambada y algunos de los ántrax, se encontraban saludando a don Joaquín.
No era raro verlos en las fiestas que organizaban los muchachos, o en sí la familia. Desde que recuerdo, siempre han sido invitados leales a sus fiestas, ésta vez no era la excepción claramente. Pero lo que si se me hacía algo raro, era que hubiesen invitado a los ántrax, o bueno, más bien a Miguel.
Todos los Guzmán sabían que a Alfredo no le pasaba José Miguel. Nunca entendí el por qué, y él nunca me lo pudo explicar.
En fin. Problemas de hombres.
— Entonces si se va a poner bueno el mitote. — dijo Ale, a manera de burla.
— ¿Cómo las fiestas de antes?. — pregunté sin entender.
— Si, Emi. Sí. — habló Gris tirándome el avión — Sólo hay que estar at... — Ale habló interrumpiéndola.
— Ahí vienen. — dijo y tragó rápido su bocado.
Al voltear de nuevo, me encontré con Serafín e Ismael jr por enfrente. Y detrás de ellos Rodrigo, Pancho y Miguel.
— Noches, señoritas. — saludó Serafín, mientras veía coquetamente a Grisel.
Hace algunos años atrás, ellos dos habían tenido sus quereres. Nunca fue nada oficial, según Gris. Pero las veces en que se encontraban, las acciones y miradas hablaban por si solas.
— Buenas noches, Sera. — Gris respondió de la misma manera — Y muchachos. — dijo al romper su burbuja.
— Ah... — respondió Ismael. — Buenas noches.
— Buenas noches. — ahora respondimos las cinco al mismo tiempo.
Los dos primeros nombrados, abrieron paso a sus tres amigos que venían detrás de ellos.
Inmediatamente la mirada de Miguel conectó con la mía. Dándome una sonrisa.
En el juego de coqueteo de Grisel y Serafín, ambos se pusieron a charlar. Mientras que Ale, Becca y Adriana hablaban entre ellas. Al igual que Pancho, Rodrigo e Ismael.
— Emilia. — dijo José Miguel acercándose a mi — Cuánto tiempo. — sonrió.
— Miguel. — dije algo nerviosa.
— Pero mírate nomás. — tomó mi mano, para darme vueltas en mi lugar — Uno se pone peor con los años, pero tú... — sonrió — Chulada de mujer.
— Gracias. — dije pasando mi mano por mi abdomen, haciendo que se marcara.
El lo miró algo impresionado, y después me volteo a ver a mi.
— No me digas que ya te nos casaste, Emilia. — habló, devolviendo la vista a mi vientre.
— Ehh, no. Sólo... — reí leve — Sólo estoy embarazada.
— Y ni así dejas de estar tan hermosa — sonrió viéndome — ¿Puedo?. — preguntó, refiriéndose a mi abdomen.
— Claro... Adelante. — accedí.
Sentí sus manos tocando mi vientre. Aún semi agachado, su vista se giró conmigo. Volviéndome a sonreír.
La voz de Alejandrina, me hizo prestarle atención.
— Tres... — dijo Ale mientras bebía de su trago.
— ¿Ya sabes que es?. — preguntó Miguel.
— Dos... Uno...
— ¡Que onda, chavalones!.
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Más que Amigos - JAGS
De Todo- ¿Toda la vida?. - Toda la vida. 🔜 Noviembre 10, 2022 🔚 Enero 22, 2023