Actualidad
Terminé de aplicar mi labial sobre mis labios, me di una última mirada en el espejo.
Estaba lista.
Tomé mi bolso y bajé. No veía por ningún lado a Alfredo, y conociéndolo seguramente estaba en el bar. Entré y vi que estaba jugando billar, realmente estaba muy entretenido, lo sabía por que aún no se daba cuenta que estaba parada viéndolo.
Era divertido verlo fruncir su ceño y murmurar maldiciones al no atinarle a las bolas con el taco. Pasaban los años, y seguía siendo el mismo niño divertido, atento, cariñoso, y paciente. Aunque algunas veces se enojaba, pero no pasaba más de una discusión que pronto se resolvía.
Alfredo y yo teníamos 31 años de conocernos... Sí, lo sé. Es mucho, ¿No?. Desde aquella vez que llegó al instituto, nos volvimos inseparables. Nos conocemos a la perfección, cada uno sabe mucho del otro. Aunque la verdad, no sé si eso es sano, pero bueno, sigamos.
Como les decía, todo lo hemos compartido y lo hemos hecho juntos. Sí, incluso hasta aquello...
FLASHBACK
- Es que no sé Alf, me da miedo. Yo no lo haría con cualquiera. - dije abrazando mis rodillas.
- Pues, no sé que decirte. Pero te doy la razón, no puede ser cualquiera el privilegiado. - contestó lo último seguro.
- ¿Tú ya lo has hecho? - pregunté viéndolo a los ojos.
- Este, yo... - carraspeó su garganta, rascándose la nuca.
- ¡Habla, Chuy!. - le aventé una almohada.
- Ya te dije que no me gusta que me digas Chuy. - me devolvió la almohada, igual aventándola.
- Pues habla ahora, o calla para siempre.
- No. No he tenido relaciones con nadie. - contestó algo tímido.
Lo miré aburrida, y me miró algo sorprendido.
- ¿Qué?. - preguntó algo confundido.
- Ay, por favor. ¡Claro que sí!, la ves pasada te oí hablar de eso con Iván. - me acomodé más cerca de él - Dimee, no me voy a enojar. No tengo por qué, de hecho.
- Te lo prometo Emi. Y esa vez le tuve que echar mentiras a Iván, por que nada más se la pasaba chingando con eso. ¡Por ésta! - besó una cruz que hizo con sus dedos.
Reí - Está bien, te creo. - suspiré y me aventé de espaldas a la cama - Creo que mi destino es ser monja y vestir santos.
- No digas eso, ya llegará alguien correcto para ambos.
- Pero para tenerle la confianza, como la que te tengo a ti. - dije tapando mi cara con las manos.
El silencio reinó la habitación.
- ¡Tengo una idea! pero, no sé si quieras. - dijo algo nervioso.
- A ver, dime. - dije con curiosidad.
Me hizo una señal para que me acercara a él, y empezó a explicarme su plan en mi oído.
...
- Yaa. Me voy a caer, Alfredo.
- Ya llegamos, ¿Lista?. - dijo, yo asentí. Destapó mis ojos dejando ver toda la habitación - ¿Qué tal?. - habló orgulloso.
La habitación estaba decorada con muchos pétalos y velas, todo se veía muy bonito y romántico. Era perfecto.
- Está precioso, Alf. - sonreí mirando todo - Pero, para qué... - lo miré.
- Bueno, quisiera que nuestra primera vez fuera algo especial. Ya que será con alguien especial, por que no también el lugar. - explicó cruzando sus brazos detrás de él.
Volteé a verlo, agarrándolo desprevenido. Lo tomé del cuello y lo besé.
FIN DEL FLASHBACK
Así fue como a nuestros escasos 16 años perdimos la virginidad, y siendo sincera, no me arrepentía para nada. Había sido algo muy lindo.
Lo habíamos decidido así por la confianza y pues todo se quedaría entre amigos.
Pero chico sustote que nos metimos semanas después, nombre, ya nos andaba.
FLASHBACK
- ¿Las trajiste?. - le pregunté.
- Sí, si. Aquí las tengo. - señaló la bolsa negra donde seguramente traía las pruebas.
Tomó la bolsa por debajo y la vació sobre la cama. De ella salieron alrededor de 6 cajas de diferentes marcas de pruebas caseras.
- Tráeme el vaso desechable de la cocina. - le dije, y él asintió saliendo.
Bebí aproximadamente cuatro botellas de agua de litro muy rápido, hasta me dolía el estómago por sentirme tan llena.
Pasaron al rededor de quince minutos, y se hicieron presentes las ganas de orinar. Tomé el vasito y me metí al baño junto con las pruebas.
Terminé de meter todas las pruebas en la orina y las cerré, me deshice de lo que había utilizado, me lavé las manos y salí. Lo primero que vi en la habitación, fue a un Alfredo muy nervioso, no dejaba de tronarse los dedos y frotar las manos en sus jeans.
- ¿Ya?, ¿Qué salió?. - preguntó.
- Todavía no. Tenemos que esperar tres minutos. - expliqué.
- Ay Emi, y si salen positivas. - me miró - Qué vamos hacer con... - empezó a contar las pruebas - tres, cuatro... Seis bebés. - me miró aterrado.
Ay no puede ser, señor. Dame paciencia.
- Todavía uno, pero seis. - tomó su cabeza.
- No digas mamadas, Jesús. - lo miré mal - Las pruebas no son los hijos que uno va a tener.
- Aah. - suspiró - Entonces...
- Esperemos que no. - me miró - Alfredo, tenemos dieciséis. Somos unos adolescentes... Irresponsables, la vida de un bebé va a depender de nosotros y no es un juego.
- Tienes razón. - suspiró.
- ¿Estás seguro que no se rompió?. - lo miré esperanzada.
- Pues, según yo no. Es que en realidad no chequé.
- Bueno, igual. Ahorita nos sacaremos de dudas.
- Emi... Pase lo que pase, yo siempre voy a estar contigo. - tomó mi mano.
- Gracias. - lo abracé.
La alarma sonó indicándonos que el tiempo había llegado. Ambos nos paramos y en cada mano tomamos una prueba sin voltearla.
- A la cuenta de tres, va. - le dije viéndolo.
El asintió, y empezamos a contar.
- Uno. - dije.
- Dos. - dijo.
- Tres. - dijimos al mismo tiempo, y las volteamos.
Él soltó un suspiro pesado, y yo di un gritito.
- Negativo. - dijimos al mismo tiempo de nuevo.
FIN DEL FLASHBACK
Desde ese entonces ya no volvimos a intentarlo, que además, sólo era por la experiencia. Nada más
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Más que Amigos - JAGS
عشوائي- ¿Toda la vida?. - Toda la vida. 🔜 Noviembre 10, 2022 🔚 Enero 22, 2023