- Vamos a ser papás, Alf. - dije entrelazando mis manos y viéndolas.
Silencio... Era lo que reinaba en la habitación, a excepción de la música que se reproducía en las bocinas. Porqué ninguno de los dos se animaba a decir alguna sola palabra, o bueno, al menos yo no.
Me sentía tan vulnerable e incluso agobiada ante no saber su respuesta. Realmente me importaba su opinión sobre la noticia. Lentamente levanté mi mirada hacia al frente.
Él aún observaba las pruebas, una por una. Y después de algunos segundos me volteó a ver a mi.
- ¿Es enserio?. - preguntó serio.
Tragué con dificultad, y asentí.
Una enorme sonrisa se formó en su rostro. Dejó las pruebas en la encimera y caminó hacia a mi, para abrazarme.
- Por favor dime que no estás jugando. - sentí que acariciaba mi cabello.
Negué, separándome de él.
- No Alf. No es broma. - sorbí mi nariz - Si estoy embarazada. Vamos a tener un bebé.
Dio una sonrisa tierna y acunó mi rostro entre sus manos.
- Un bebé... ¿Tú y yo?. - preguntó, mientras sus ojos se ponían cristalinos.
Asentí sonriendo, dejando las lágrimas caer. Besó mi cien y volví a sentir su abrazo.
- Gracias, Emi. Gracias. - dijo.
- Por qué... - lo solté, y dije sin entender.
- Por darme la dicha de ser papá. - sonrió - Gracias.
- ¿Aunque no estuviera en nuestros planes?.
- Emi, yo... - suspiró - Si lo que piensas, o tratas de decir. Es que si me arrepiento, de lo que pasó en Cancún. Mi respuesta es no. Y menos ahora.
Ahora fui yo quien lo abrazó.
- Dime algo. - asentí para que prosiguiera - ¿Tú si estás arrepentida?.
¿Lo estaba?.
- No. Digo. - carraspeé - No era algo que estuviéramos acostumbrados. - reí con algo de pena - Pero, creo que por algo pasan las cosas.
Sonrió.
Se agachó de cuclillas, colocando ambas manos en mi abdomen y besándolo.
- ¿Cuánto tiene?. - dijo acariciando vientre. Eso provocaba una sensación rara que recorría mi cuerpo.
Son las hormonas, supongo.
- Pues, haciendo cuentas. Podrían ser trece o catorce semanas. - dije mirándolo - Tendré que ir al ginecólogo para el control.
- ¿Puedo ir contigo?. - me miró, sin quitar las manos donde las tenía - Quiero estar presente en todo momento.
- Claro. Estás en todo tu derecho. - le sonreí.
...
- ¿Cómo te gustaría que se llamara?. - preguntó midiéndole a la pizza.
Reí. - Todavía no sabemos que va a ser Alf. Hay que esperar a saberlo.
- Cierto. - pensó - ¿Qué crees que sea?.
- No lo sé. Con que nazca bien y sano, o sana. Es más que perfecto. - tomé de mi jugo.
- Si pero, ¿Qué presientes que es?. - volvió a preguntar con curiosidad.
- Mmm. - divagué - Creo que podría ser niña. - Alfredo volteó a verme con un brillo en sus ojos - O puede que niño. - bromeé y reí - No lo sé.
Rodó los ojos suspirando.
- ¿Y si son los dos?. - soltó, y abrí los ojos al tope - Si son mellizos. Niño y niña.
- No lo había pensado, así.
- O quintillizos. - puso sus manos sobre su boca - Eh escuchado casos.
- Ay, por favor Jesús. Tampoco, eh. - dije dándole el avión.
- Pues... Uno nunca sabe la puntería del otro. - guiñó un ojos.
- ¡Alfredo!. - reproché - ¡Por favor! - le aventé una servilleta hecha bolita.
- Oooh, pues. Tampoco es como que no exista la confianza. - rio - Vamos a tener un hijo.
- Si pero... Ay dios mío. - toqué mi frente con la palma de mi mano.
Escuché que Alfredo rio y movió su silla arrastrándola hacía el frente.
- Emi. - tomó mi mano, sobre la mesa - Quiero ir personalmente a contárselo a mi mamá. Pero yo quiero que me acompañes. - sonrió - Como la mamá de mi hijo. De su nieto, o nieta. ¿Qué dices chaparra?.
- Ay, Alf. Va a pensar que soy una zorra por haberme metido contigo. - dije con algo de vergüenza.
- Hey, no, no. - tomó mi mejilla con su pulgar e índice, haciéndome verlo - Claro que no va a pasar eso. No. - rio - Es más probable que piense que yo me propasé contigo, o algo así. Antes de que eso. Además, yo sé que ella estará feliz con la noticia. Créeme. - asentí - ¿Entonces?.
- Sí. Yo voy contigo. - sonreí.
Continuamos con la pequeña cena, que Alfredo se había encargado de organizar.
Después de todo lo que pensé que podría pasar. Sucedió algo totalmente diferente a lo que me imaginé, pues Alfredo había tomado con gran optimismo y alegría. Estaba tan agradecida con Dios y el universo de que así haya sido, y aunque de no haber sido así, de mi parte sabría que a mi hijo o hija no le haría falta nada conmigo. Yo daría, doy y daré todo por él o ella.
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Más que Amigos - JAGS
Random- ¿Toda la vida?. - Toda la vida. 🔜 Noviembre 10, 2022 🔚 Enero 22, 2023