Por eso los miro de lejos.
Me asustan sus ojos oscuros, me asusta la manera en la que logran atraparme.
¿Conoces a alguno con ojos claros y brillantes?
Me alejo lo suficiente, pero no lo suficiente para que dejen de encantarme.
Contradictorio, ¿no es así?
Me gustaría ser más arriesgada, tener el valor de acercarme más y vencer el miedo.
O dejarme perder en sus brazos.
En la calidez de sus cuerpos y el peligroso mar de sus ojos.
Quedar a su merced mientras las rodillas me tiemblan de expectación y miedo.
Aferrarme a las esperanzas que me dan sus dedos enredados en mis cabellos.
Quizá sea eso lo que me asusta, lo que me hace dar dos pasos hacia atrás y agachar la mirada.
Las emociones que crecen en mi vientre cuando su mirada se encuentra con la mía, cuando respiramos el mismo aire y su olor a colonia y gel de ducha me llena las fosas nasales.
***
Lo siento, ha sido demasiado corto pero la inspiración me traiciona y las palabras no brotan.
Los invito a leer "Para Él", lo encuentran en mi perfil, ¡está a muy poco de acabar!
Compartan, comenten y voten.
-martestrece.
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Donde los Escritores van.
Romance¿Para quién escribimos los que no sabemos a dónde ir? ¿Nos leen? ¿Qué pasa sí nunca lo hacen? A veces hay que tener miedo. Pero, ¿a quién le escribo si no es a mí? Foto por Ana Gabriela Zárate Rábago. Instagram: @anagabriela_zr
