No entiendo el porque de su gusto hacia ella.
Y, es que, quizá, ella tiene "la frente muy alta, la lengua muy larga y la falda muy corta"
Y, con ella, tal vez necesite las quinientas noches que le sobraron de mis diecinueve días.
¿Sabe qué? Me quedé sin deseos para usted.
Deseos positivos, cabe aclarar.
No tengo buenos deseos para los que se cambian el corazón como si fuese una vieja muda.
Sí me permite decirle mis deseos, no le quitaré mucho tiempo, es más, es una lista exageradamente corta:
1.- Pudráse.
Y no en el sentido más literal de la palabra. Que no se le pudran los sentimientos, los ojos y la piel.
Que se pudran sus días y ganas, extráñeme tanto que no sepa a donde correr.
Sólo queda un deseo, uno pequeño, en ésta lista:
2.-No me olvide nunca.
Ni estando con ella, ni estando con otras.
Susúrrele mi nombre a su oído y, después, siéntade avergonzado, porque, ¡madre mía! ¿Cómo ha sido capaz de confundirla? ¿Cómo, sí le ha dicho que le quiere, que se quiere casar y hacer vida con ella? ¿Cómo, despreciable ser?
Le doy la respuesta, es bastante sencilla.
Porque estuve, estoy y estaré. Siempre, en su mente.
Aunque no me quiera.
Aunque intente borrarme.
Siempre aquí, siempre juntos, ¿recuerda?
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Donde los Escritores van.
Romance¿Para quién escribimos los que no sabemos a dónde ir? ¿Nos leen? ¿Qué pasa sí nunca lo hacen? A veces hay que tener miedo. Pero, ¿a quién le escribo si no es a mí? Foto por Ana Gabriela Zárate Rábago. Instagram: @anagabriela_zr