Donde los Escritores van.

Miedo.

¿Te ha costado respirar y punzadas de dolor te llenan la piel?

Y es ahí, cuando lo ves y sabes que nada murió y todo sigue intacto como sí la tormenta no hubiese pasado, es ahí cuando pierdes el escalón y la gravedad te atrapa.

Y caes.

Y caes.

Aún cuando te pensabas en el fondo.

Llega y dice que 'no hay día en el que no piense en ti' y que 'está aquí'.

Preguntas y sabes que la respuesta sólo acarreará lágrimas, ¿cuándo habías dejado que alguien te cambiara?

"Aquí", es donde quiera que estés.

¿Sabes realmente lo que es el miedo?

"Me gustaría estar contigo siempre, pero verte veinte minutos hace mi día "

Adentrarte en un camino oscuro, donde sabes que los monstruos existen y los fantasmas tienen esencia.

Tu mente grita: ¡No lo hagas!

El corazón se acurruca en un rincón esperando el golpe y suplica que pares.

Que ya ha sido bastante, suficiente por mil vidas.

"Te amo y no me importa si lo dices o no"

Pero, dime, sí fueras yo, ¿les harías caso, escucharías sus peticiones necesarias?

Sí lo harías, querido lector, es posible que no conozcas el bello suicidio que es enamorarse.

"¿Para siempre? "

Sus ojos se vuelven fuego líquido, su cuerpo es calor, calor marrón.

Y sus brazos, su pecho y el olor de su piel...

"Nunca te voy a dejar"

Podría pasar mil inviernos así, respirando el poco amor que le queda para mí.

Pero, ¿qué más da?

Sí ya no le importa.

"Te extraño muchas veces"

Y la impotencia gana de nuevo, el grito se queda en la garganta, sus palabras se cuelan entre sollozos.

Otra vez.

Como siempre.

Y te dan ganas de nuevo de pedirle que no se vaya...

" Nunca voy a dejarte de nuevo "