Te pongo esto antes, para que entiendas el sentimiento que quise ponerle a las siguientes letras: piensa en tu persona(porque ya es tuya, ya la quieres), no permitas que su presencia se vaya mientras lees esto, tal vez así comprendas.
No le digan que lo quiero, estos son gritos ahogados en versos; para que todos sepan menos él.
-martestrece
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Soy de piernas cortas, caderas anchas y pies pequeños; de ojos aún más y un amor tamaño Pangea.
Con ganas de hundirme en el pasto, la cama y tu pecho.
La música, la lluvia, los truenos y tu voz oscura llamando desde la regadera.
Seis lunas, tus camisas, las fotos, los besos, tus ojos,
tus ojeras,
tu risa, tus lunares,
la tarde entre tus brazos,
la noche vagando por la ciudad,
las innumerables razones por las qué te quiero, por las que te añoro;
tres mil seiscientos un segundos cada hora, ventiseis horas cada día: veinticinco para quererte y la otra para respirar.
Piel clara, estrellas rojas y palabras color azul, azul cielo, azul eléctrico, azul tú.
Quédate.
Quiéreme con todo.
Con mis pies pequeños y ojos aún más.
Con mis ganas de hundirme en el pasto, la cama y tu pecho.
Quiéreme.
Aunque sea tamaño América, o Afríca, o Europa, o Asia, u Oceanía.
Tú escoge.
Que yo te quiero tamaño Pangea.
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Donde los Escritores van.
Romance¿Para quién escribimos los que no sabemos a dónde ir? ¿Nos leen? ¿Qué pasa sí nunca lo hacen? A veces hay que tener miedo. Pero, ¿a quién le escribo si no es a mí? Foto por Ana Gabriela Zárate Rábago. Instagram: @anagabriela_zr
