Capítulo 23: Camino nocturno

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Nick pudo ver que Michael parecía desmayado (era curioso que estuviera en ese estado, ya que minutos antes estaba despierto)

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Nick pudo ver que Michael parecía desmayado (era curioso que estuviera en ese estado, ya que minutos antes estaba despierto). En contraste, Bradley ya estaba consciente, aunque con lágrimas que descendían desde sus ojos hasta su mentón.

—¿Qué les pasó? —preguntó Dan, con el susto pintado en el rostro—. Brad, dinos, ¿qué les pasó? ¡Di algo, por favor!

—Parece que está en shock —dedujo Nick, frunciendo el entrecejo y observando la trágica escena en la que Bradley solo sollozaba en voz baja y Michael no reaccionaba—. Ayúdame a llevarlos al auto.

—R.J, ven, ellos están muy mal, ¡ayúdanos! —dijo Dan mientras arrastraba a Michael fuera, a la intemperie atestada de nieve.

—Ustedes ayuden a Michael, y yo me encargaré de Bradley —se apresuró a decir Nick, increíblemente preocupado, aunque al mismo tiempo sintiendo una ligera sensación de alivio al ver que Bradley seguía con vida. Después de ayudarlo a levantarse, quiso cuestionarlo una vez más: —Brad, por favor, di algo. ¿Qué les hicieron? ¿Están heridos?

Bradley, con mucho esfuerzo y todavía estupefacto al ver a Nick vivo después del ataque de los cocodrilos, trató de hablar, aunque su lengua se sentía enredada y casi tiesa.

—Lo que sucedió fue que... obligaron a Charlotte... a marcarnos... con hierro caliente... en el trasero...

Nick estaba tan atónito que por un segundo, sus ojos se agrandaron.

—Es mejor que vayamos inmediatamente al hospital —murmuró, aún con los ojos abiertos, y luego de ayudar a Bradley a entrar en el auto, se encargó de abrir las puertas.

—¿Vamos al hospital? —preguntó de inmediato R.J al escuchar la conversación—. Yo quiero irme a casa... nos metimos en una secta satánica, estuvimos a punto de morir, y hemos estado toda la maldita noche congelándonos aquí afuera. ¿Y ahora vamos al hospital?

—Ellos están muy mal, ni siquiera pueden caminar. Michael está inconsciente, ¡por favor, vámonos ya! —ordenó Nick, con tono furioso.

Sin embargo, una vez en el auto (Bradley se acomodó en el asiento del copiloto, casi de lado, y Michael seguía en un misterioso estado de sueño profundo), decidieron no dirigirse al hospital. Bradley aseguró que el estado de Michael se debía al efecto del "polvo rosa" y que el tatuaje podría tratarse con pastillas para el dolor y crema antibiótica.

—De todas formas, sigo pensando que es una locura automedicarse —expresó Nick, observando a través del retrovisor cómo Michael se movía de un lado a otro con cada movimiento, hasta que su cuerpo se desplomó sobre las piernas de Dan y R.J.

—¿Cuánto tiempo durará el efecto? —preguntó Nick a Bradley, con una mirada aterrada.

—Creo que al menos una hora más —contestó Bradley débilmente—. Lo importante es que ninguno de nosotros murió, y Charlotte será liberada mañana después de las doce del día, eso fue lo que escuché.

Sicretum (algo oculta Salem)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora