Desde el comienzo de los tiempos, se ha dicho que "el hechizo de resurrección" es algo que ni siquiera se podría realizar en los cuentos más quiméricos. No obstante, este no es el caso de Charlotte Levine; aquella chica de cabello platino, y ojos...
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Eran las once y cuarenta y cinco de la noche. Sophie, que en su habitación seguía llorando incesantemente por lo que le ocurriría a Charlotte, vio que tenía varias llamadas perdidas de Nick desde hace un par de horas, llamadas que ni siquiera había notado antes, ya que durante el día no se fijo. La situación había sido demasiado caótica. Así que, a pesar de que sabía que el llanto podría interrumpirla, decidió devolver la llamada.
—Hola, ¿Nick?
—Hola, ¿hablo con Sophie? —se oyó al otro lado de la línea.
—Sí, lo siento por llamar a esta hora. Vi muchas llamadas perdidas tuyas, así que... —Una serie de sollozos ahogó sus palabras, y luego continuó—: Quise devolver la llamada. Sé que debe ser algo urgente.
—Sí, es que... —Nick se percató del mal estado en que estaba Sophie y se preocupó aún más—. Bueno, desde ayer he intentado llamar a Charlotte y no contesta. Sé que se puso muy mal cuando le dije que Bradley estaba en coma. Solo me colgó, y desde entonces no he sabido nada de ella.
Una pausa de casi diez segundos siguió. El llanto de Sophie fue inevitable.
—Por favor, dime, ¿qué sucede? ¿Se-se quitó la vida...?
—¡No! —la interrumpió Sophie antes de que él pudiera terminar—. ¡La ahorcarán! ¡La ahorcarán! En... —decía, pero el llanto interrumpió de nuevo su voz.
—La ahorcarán en la Comunidad Sicretum mañana a las tres de la tarde —explicó Sophie, con la voz hecha un hilo—. Es una larga historia, pero en resumen, ella estaba condenada a realizar un hechizo, y si no lo hacía la matarían, pero... estuvo a punto de lograrlo hasta que...
—¿Qué? —cuestionó Nick, más confundido que nunca—. Espera un momento... ¿La Comunidad Sicretum es esa horrible secta a donde entramos a buscarla?
—Sí, son ellos mismos —confirmó Sophie—. Y ella estaba a punto de terminar ese hechizo, que de hecho, era un hechizo de resurrección para devolver la vida a unas brujas, y tuvo que romperlo porque, si no lo hacía... Bradley moriría.
—¿De qué estás hablando? ¿Qué tiene que ver Bradley con todo esto? —preguntó Nick exaltado, cada vez más perplejo.
—Es otra larga historia —aclaró Sophie, suspirando y sollozando al mismo tiempo—. Pero ahora... Bradley se recuperará y Charlotte morirá, esa es la situación.
—¿Qué? —cuestionó Nick, abriendo los ojos como platos—. Pero, si Bradley estaba a punto de morir, ya no estaba solo en coma... La verdad, hoy los médicos dijeron que si le desconectaban el respirador artificial, él...
—Moriría, lo sé —continuó Sophie—. Pero Charlotte dio la vida por él. Rompió el hechizo y se condenó a sí misma. Míralo con tus propios ojos. Cuando amanezca, ve a ver a Bradley. Él estará bien.
