𝟐: 𝐎𝐫𝐢.
Capital de Slunce. Yamatai.
2 años antes de la llegada de los extranjeros.
ⵈ━═════════╗◊╔═════════━ⵈ
Vivir o morir.
Vida o muerte.
¿Qué diferenciaba la una de la otra? Cualquier listillo podría decir que era una estupidez preguntar algo que ni de lejos tenía algo de semejanza. Pero, si nos poníamos a pensar de verdad ¿Cuál era la diferencia? Para Gon no la había, tal vez una persona con más optimismo y sin una vida condenada a un palacio podría enumerar las veinte mil diferencias que hay entre una y otra.
Para Gon no había diferencia. Él sentía que estaba muerto, no había algo allá afuera que lo tuviera contento de poder respirar. Tal vez era porque no tenía una vida. Y la ilusión de tenerla se esfumó por completo.
Lo único que lo tenía cuerdo eran las pocas personas que sufrirían una muerte prematura de parte suya, no lo malentiendan tampoco es que piense en suicidarse. Talvez su única meta por ahora es saber hasta que punto un simple humano puede llegar a su límite entre no encontrar lo que quiere ser y la latente esperanza de talvez encontrar algo que lo anime a vivir. Y para poder conseguir una respuesta su conejillo de indias era el mismo.
No le teme a la muerte, si mañana llegara la gran madre Měsíc a decirle "hijo mío has conseguido hacer tu aportación a este mundo y a tu reino; como agradecimiento me acompañaras en las estrellas" realmente su respuesta no sería llorar desconsolado rogando por más tiempo, si no aceptar las palabras de su Diosa.
Bien o mal "vivió" y esa ya era una razón para darle las gracias al cielo y a sus Dioses. Según lo que sus profesores y profesoras le han predicado por años. Ser un buen hijo no solo para su diosa si no para la reina regente era una obligación. No importaba como, ni los medios, ni porque mientras fuera obediente y servible a su pueblo definitivamente el podría cruzar las estrellas y poder llegar al Nirvana para pasar un poco de tiempo con la Gran Madre para luego pasar por el ciclo de la reencarnación.
Una maravilla si se lo preguntaban.
Veinte años, mismos en los que pocas cosas lo tenían queriendo que un día más llegará. A veces se imaginaba ser un ave, una que con sus alas volaría a la libertad, dejaría que sus plumas se mojaran con la cálida brisa del mar y miraría al cielo sin tener que preocuparse por tontas tareas.
Suspiro al darse cuenta que hoy una de sus razones por las que mostrarse fuerte era una obligación no llegaría. Antes de poder ponerse su capa y caminar lejos del río, escucho los gritos infantiles llenos de una emoción que le hacía sentirse como en casa.
ESTÁS LEYENDO
𝙻𝚊 𝙽𝚊𝚌𝚒ó𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚂𝚘𝚕. 𝙺𝚒𝚕𝚕𝚞𝚐𝚘𝚗
Fanfic◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇ El mundo siempre fue un misterio para él, uno que sabía jamás lograría conocer; al menos no como en realidad deseaba. La idea de pasar sus años sin conocer de sí mismo, ni de aprender que había más allá de Yamatai lo dejaban e...