14 - Lionel Scaloni; PT 2.

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"Sustos que dan gusto"

Ya había pasado casi un mes en donde Lionel se había esfumado de tu vida desde que descubrió que estabas embarazada.

No te atendía las llamadas, mucho menos contestaba los cientos de mensajes que le dejabas a diario.

Hasta sus hijos cada tanto te llamaban para ver cómo estabas, porque en el tiempo que saliste con Lionel ellos y vos formaron un lindo vínculo.

Rodrigo te comentaba que en los entrenamientos estaba re serio, que apenas hablaba con Aimar. Con el resto, especialmente con él no le dirigía la palabra y el no entendía el porqué.

Ni siquiera fue a buscar las cosas que dejó la última vez. Y como no tenías tiempo tampoco cambiaste la cerradura ni le pediste las llaves; después de todo tenías la mínima esperanza de que volverían a estar juntos.

Ahora te encontrabas hablando por teléfono con Rodrigo quien estaba siendo revisado por los médicos por un pequeño dolor en el tobillo.

—Apenas me desocupe voy a verte—Rodrigo se quejo luego de haber terminado de hablar y negaste.

—no es necesario, ya estás haciendo un montón por mi, y te juro que estoy re agradecida, ahora necesitas cuidarte, no quiero que el padrino de mi hija se quede fuera del mundial—te paraste del sillón y sentiste una punzada demasiado fuerte que te hizo gritar.

—¿Tn? ¿Que pasó? ¿Estas bien? ¡Ay la puta madre! —se escuchó bastante ruido y voces, ya que Rodrigo se alejó del médico y se paró sin importarle nada. —¡Respóndeme la concha de la lora, salí de acá!—no se entendía nada de lo que decía De Paul.

Te colocaste la mano en la parte baja y te asustaste.

—Duele...Rodrigo no me puedo mover, tampoco siento a la bebé—comenzaste a entrar en pánico mientras sollozabas.

—Tranquila gorda, escuchame estoy yendo para allá aunque no me están dejando pasar... ¡Sali de acá! ¡Déjame salir!...Tn sino voy yo, va uno de los chicos, en 10 estamos—y la línea se corto.

Te quejaste mientras no sabías que hacer.

Pasaron unos minutos y decidiste sentarte.

—ay no...chiquita no seas mala con mamá—sollozaste mientras acariciabas tu vientre de casi 5 meses.

Al cabo de una media hora escuchaste el sonido de las llaves y la puerta abriendose de golpe.

Miraste a la entrada para ver quien era y comenzaste a llorar de nuevo.

—shh tranquila ya estoy acá ¿qué pasó?—Lionel estaba todo transpirado, con el equipo de adidas que usaba siempre y se arrodillo en el piso tomando tus manos.

—Me duele y no siento a la bebe—apretaste su mano y la preocupación se hizo presente en su rostro.

—okey, necesito que aguantes un poco más ¿si amor? Vamos al hospital y te aseguro que todo va a estar bien —te levanto en sus brazos y salieron de la casa aún con tus sollozos de dolor y tranquilidad al mismo tiempo de que el haya ido a buscarte.

—¿como te enteraste? —preguntaste una vez dentro del vehículo.

—Rodrigo estaba gritando como un loco y cuando escuché que te había pasado vine al toque—su vista estaba 100% en la calle y cada tanto se pasaba la mano por el cabello completamente preocupado y asustado por la situación.

Al llegar al hospital te llevaron de urgencia en una silla de ruedas y llamaron a tu obstetra quien estaba esperándote ya, para que revisara la situación.

One Shots - ScalonetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora