One Shots - Scaloneta

67 - Alexis Mac Allister.

"Amor perfecto pero no suficiente"

Tenías la relación perfecta y que tanto habías soñado.

Estabas satisfecha y feliz de saber que tenías todo lo que siempre deseaste y sobretodo la vida te había dado el regalo de ser acompañada por la persona más dulce del mundo: Alexis.

— ¿que te parece este para el nuestro? —Alexis te enseñó un enterito de Boca Juniors para bebé. Te reíste mientras negabas y seguías buscando que comprarle a tu ahijado.

Todavía no tenían hijos pero estaban planeando tenerlos. Solo querían terminar de arreglar el patio de la casa, vos establecerte bien en tu trabajo y luego ahí recién poner en marcha la formación de su familia.

— se que te gusto como a mi, así que para nuestro futuro hijo, este va a ser su primer regalo —Alexis sonrió enormemente y vos te ruborizaste.

— pero ¿y si es nena? —levantaste las cejas.

— se lo ponemos igual, van a ser de boca como su padre —beso tu frente.

— llevémosle este a Bautista —señalaste un conjunto bastante neutro y Alexis asintió de acuerdo a tu decisión.

— vamos amor —con su mano en tu cintura fueron a la caja a pagar sus compras.

•••

Durante el bautismo de tu ahijado todo fue tranquilo y la mayoría los felicitaban por tener una relación tan cariñosa que a leguas se notaba que no fingían para nada el amor que se tenían.

— ¿estás cansada ya? —Alexis te abrazó por atrás y recostaste tu cabeza sobre su pecho.

— un poco ¿vos? —acariciaste sus manos.

— no tanto, vos cuando quieras me decís y nos vamos —beso tu mejilla dulcemente.

•••

Otro día cotidiano, el se levantaba temprano, hacia el desayuno, te levantaba, desayunaban y luego te llevaba al trabajo.

— hoy voy a la pile con los pibes, no se si llego para cenar pero ¿queres que te compre algo? —tomó tu mano y sonreíste.

— ¿doritos? Hace un montón no como —hiciste puchero. Habían prometido llevar una vida saludable pero si te ofrecía comprarte lo que sea, bueno, un gusto querías darte.

Alex carcajeó poniéndose automáticamente rojo y se inclinó besando tus labios.

— entonces doritos serán para mi hermosa mujer —sonrió y vos asentiste tomando su rostro y volviendo a besarlo.

— ¡ah! Casi me olvido, ¿pasó algo con tu remera de boca? La vez pasada mientras ordenaba un poco, no la encontré y pensé que yo la había perdido en el viaje pasado que tuvimos —preguntaste.

Alex pensó un rato y luego chasqueó los dedos recordando.

— se quemó, uno de esos días que estábamos con los pibes haciendo asado, se hizo un agujero y la tire. Se que amabas usarla pero podes agarrar la otra que uso yo —comentó.

— era la que yo te había regalado... —bufaste abrazándolo sintiéndote mal— pero bueno, usaré mientras tanto la tuya hasta que te compre otra —aseguraste y Alexis negó.

— yo te compraré una, no te preocupes amor. Ahora si, suerte en el trabajo, nos vemos a la noche —se despidió con otro amoroso beso y bajaste del vehículo tirándole besos mientras él te imitaba.

— ¡te amo! —sonreíste saludándolo y él respondió con un "yo más".

•••

Mientras escribías en la computadora, la mamá de Bautista, tu mejor amiga quien trabajaba en el mismo lugar que vos, te pidió hablar a solas con una cara bastante alarmante.