92 - Enzo Fernandez.

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▫️Continuación del capítulo 69.

Como te extrañé mi amor

Aburrido y solitario, esos adjetivos calificaban tus días desde que dejaste a Enzo.

Por más que le hayas pedido un tiempo, estaban viviendo como si estuviesen separados.

Julian estaba en el medio, como si se tratase del hijo de la relación: por las mañanas iba a verte y por las noches se quedaba de guardián en la casa de Enzo para evitar que éste se emborrachara hasta quedar inconsciente como ya había sucedido noches anteriores.

— No quiero ponerme del lado de ninguno pero ambos la están pasando mal... ¿no sería bueno que hablaran? Se que tenes ganas de escuchar su versión de la historia... —Julian te comentó mientras te ayudaba con unas cosas.

— ya escuché su versión Juli... creo que siguen sin entender mi punto, el me mintió y me ocultó todo eso como si hubiese sido la gran cosa, él le dio la importancia de una infidelidad cuando no lo era, él decidió tomar en cuenta aquel beso como algo que debía esconder de mí por su pasado con ella. Si supuestamente no sentía nada por ella, y mucho menos por la relación que tuvieron en el pasado ¿por que me lo ocultaría? —lo miraste cansada de seguir explicando la misma cosa una y otra vez.

— tenes un punto. La verdad que uno bueno —Julian admitió con una mueca en su rostro mientras pasaba su mano por su nuca— pero tal vez tenía miedo...

— ¿de lo que podría haber pensado yo? Si me lo decía esa misma noche, te aseguro que iba hacia la mina sin miedo a que los demás nos vieran y la exponía y si me llegaba a atacar, me defendería —afirmaste.— el solo le dio el pie a que ella se riera de mi, a que naciera en ella una ilusión de que Enzo no la superaba, le dio las riendas para que me humillara... ¿te parece que no debería ofenderme por eso? —preguntaste.

Julian suspiró. Siempre le ganabas cuando discutían, sobre cualquier tema.

— estoy sin palabras, que se yo, no puedo decirte nada —levantó sus hombros— pero si puedo decirte que tenes que arreglar todo esto con Enzo... al menos háblalo, contale todo esto como me lo estás diciendo a mi... y si después de todo queres terminar con él estas en todo tu derecho de hacerlo —intentó sonar seguro pero su voz tembló en algunas partes porque quería soltar la verdad de que su amigo la estaba pasando mal.

•••

3 de la mañana y tu teléfono no dejaba de sonar.

Habías despertado de tu sueño a la quinta llamada y con los ojos aún pegados adivinaste el lugar del aparato y atendiste finalmente la séptima llamada.

— ¿hola...? —adormilada esperaste que alguien respondiera.

— ¡Tn! ¿Está Enzo ahi?

La voz de Julian, preocupada y agitada, te hizo saltar de la cama en alerta.

— ¿Enzo? ¿Por que estaría Enzo acá?

— Si bueno... es que... nada tal vez fue a verte solo eso —se rió nerviosamente.

— Julian... ¿que está pasando?

— Si bueno... lo qué pasa es que Enzo se la pasa tomando, por eso decidí vivir con él pero llega borracho a casa, no se a donde va, con quien va, y siempre me llama algún extraño avisándome donde se encuentra pero siempre pasa antes de la 1 y ahora... —el silencio te ponía aún más nerviosa.

— Si todavía tiene el celular encima puedo ver su ubicación, si es que no me la saco... si logro ubicarlo te aviso —dijiste mientras salías de la cama e ibas por tus zapatillas y un abrigo.

One Shots - ScalonetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora