64 - Rodrigo de Paul.

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—> Segunda parte del capitulo 59.

Hasta el fin del mundo

Noah corria de un lado a otro mientras vos intentabas ponerte un arito.

Ibas a salir con chico que conociste en una cena del trabajo, te pareció educado y copado, así que aceptaste salir con él y ver qué onda.

Vestías un palazo negro y un corset del mismo color.

— ¿donde está papi? —chilló Noah tirandose al sillón ansioso por ver a su padre luego de días sin verlo.

— debe estar llegando corazón —y justo el timbre sonó anunciando la llegada del nombrado.

— ¡papi! —gritó Noah corriendo a la puerta y una vez que la abriste, se tiró a sus brazos.

— ¡eh, mira que hermoso está mi nene! No sabes cuánto te extrañe mi amor —le repartió varios besos por todo el rostro al pequeño quien los recibió a gusto y también le dio uno que otro beso a su padre aferrándose a su cuello.

— dejé la comida preparada, también te deje apartado el vasito de Noah, si no se quiere dormir con una choco caliente en su vasito queda planchado —comentaste señalando las cosas mientras hablabas, intentando recordar todo lo que tenías que decir para irte tranquila.

— eu tranqui, se donde están las cosas y se que hacer con Noah, no te estreses, disfruta la noche con tus amigas y cualquier cosa me llamas —sonrió.

Hiciste una mueca.

— es una cita Ro —aclaraste y miraste tu celu— ¡y se me hace tarde! Los amo —besaste la mejilla de Noah y Rodrigo puso la suya pero seguiste de largo sin notarlo, no porque quisieras ignorarlo sino del apuro que tenías, y saliste de allí.

Rodrigo frunció el ceño y miró a Noah mientras iba hacia el sillón.

— ¿mamá no iba a salir con sus amigas? —frunció el ceño.

— nop te dije amigo con "o" de oso —negó Noah y Rodrigo lo miro indignado— ¡juguemos a mi nuevo juego para jugar! —Noah señaló su nuevo juguete.

•••

Estabas pasándola dentro de todo bien. No tenías queja alguna pero no podías creer lo aburrida y narcisista que podía ser una persona.

— y como te decía, no solo pude invertir en esa compañía también... —y tu mente se desconectó de nuevo.

Hace dos horas estaba hablando de sí mismo. Que le gustaba, que hacía, quien era el, y hasta ese momento no te pregunto nada ni mostró interés sobre vos.

Dejaste caer tu barbilla sobre tu mano y bufaste.

Tu celular vibró y miraste de reojo la pantalla.

Mensaje de Rodrigo

¿Cómo estás? Noah está llorando porque te extraña... le dije que volvías en un rato pero no me quiere escuchar

Sentiste aquello como una señal, y estabas aliviada de que tuvieras una excusa para irte.

Mensaje de Tn

¿Pueden venir a buscarme? Yo también lo extraño, te paso la ubicación.

•••

Mientras tanto Rodrigo chocaba los cinco con su hijo.

— ahora me debes un chocolate —señaló su hijo— y si mamá te da un beso son tres chocolates —advirtió enseñando sus tres deditos levantados.

One Shots - ScalonetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora