Algo ocurría en la mansión, no, exactamente algo ocurría con los alumnos de Integra.
Ninguno de los tres llegó a ser notificado de que sus pruebas finales estaban siendo ejecutadas desde hace dos días atrás.
Integra se apresuró significativamente, un sucesor digno no estaría listo ni de cerca en tan solo cinco meses; sin embargo, ella estuvo lista con tan solo doce años. Su tiempo se agotaba y ella era plenamente consciente de ello.
Por el amor a dios, ¡ya era una mujer de 54 años! Podía morir en cualquier segundo y peor si sumaban el hecho de que fumaba todos los días; el cáncer incluso podría matarla antes que un vampiro.
No solo era necesario elegir un sucesor, una vez que fuese elegido debía enseñarle todo lo que sabía. Debía introducirle a la mesa redonda, sus deberes y más importante; ayudarle a ganarse la confianza y lealtad de Alucard.
El hecho de que el Nosferatu pudiese confiar en ella, le hubiese jurado lealtad y cumpliese todas sus órdenes sin rechistar no significaba nada para quien fuese a mantener Hellsing después de ella. Nada aseguraba que Alucard iba a ser igual, para iniciar no compartían lazo sanguíneo alguno y no parecía llevarse muy bien con ninguno de los tres.
Necesitaban probar su valía ante el vampiro, y eso era justo lo que buscaba con sus pruebas finales. Habían entrenado lo suficiente para tener una defensa al menos básica, pero una mente estratega brillante; debían superar todo por su propia mano.
Tenían pruebas que no se ajustaban nada a sus capacidades y puntos fuertes; debían superar lo que fuese.
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— ¿¡Cómo diablos crees que tomarán el hecho de que eres un maldito vampiro?!
— No parecen muy incómodos a mi alrededor.
¿Un vampiro? ¿Alucard? Había escuchado hablar de esa clase de seres por parte del padre Alex, sin embargo, no era algo que esperaba escuchar. Palideció producto de la sorpresa que le había generado aquella noticia, no terminaba de entenderlo, de creerlo. Incluso si eso explicaba algunas cosas, no era fácil de creer.
— Además, si se enteran antes pueden renunciar antes.
— No puedo revelar esa clase de información tan a la ligera, sabes muy bien que es confidencial.
Antes de poder notarlo, el joven de hebras negras escuchó la grave y profunda voz del vampiro murmurando en su oído.
— ¿No has escuchado aquello de que la curiosidad mató al gato?
En ese momento, supo que estaba jodido. No tuvo tiempo alguno a reaccionar o mínimo girar a observar al de gabardina; todo se volvió oscuro durante un rato.
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Zack despertó al escuchar la misma voz que llevaba escuchando durante un tiempo indefinido, no sabía exactamente cuánto tiempo llevaba atado en esa silla con las manos tras el respaldo y no era como si pudiese mirar el lugar en el que se encontraba, sus ojos estaban vendados.
Soltó una risa desganada, su voz apenas y salió producto de los gritos que había soltado previamente. Quien sea que lo haya secuestrado se había encargado de golpearlo y bañarlo con agua helada; incluso sentía golpes de los cubos de hielo.
— Hora de almorzar, pueblerino.
— Tengo nombre, y te aseguro que no es pueblerino.
— Lo sé, pueblerino.
Sintió el toque de una cuchara metálica en sus labios y agachó la cabeza mientras mordía su labio inferior con toda la fuerza que su mandíbula le permitía incluso si sentía la cálida sangre bajar por sus labios y escurrirse hasta su mandíbula hasta gotear en su ropa.
— Vamos, abre la maldita boca. Estoy tratando de ser amable, ¿sabes?
— Vete a la mierda con tu amabilidad.
— No está envenenado, bonito. No terminaré tan rápido con mi diversión.
Zack no dijo nada más, en su lugar trató de permanecer con la boca cerrada. No entendía que estaba ocurriendo, ¿era debido a que escuchó el "secreto" de Alucard? ¿La señora Integra buscaba la manera de deshacerse de él? La última opción le parecía la más descabellada, era cosa de darle un tiro en la cabeza y ya; considerando como era su "jefa" no parecía muy probable que fuese de las que se andaban con esos juegos.
¿Acaso habían descubierto...? No, algo como eso no era posible. Si eso llegaba a ocurrir estaba seguro de que terminaría enterándose de una forma u otra, además no había pruebas que probasen su culpa... como tampoco había alguna que probase su inocencia.
Sus pensamientos se vieron eclipsados por los pasos que se alejaron, en todo ese tiempo no escuchaba puertas o rejas algunas; podía suponer que se encontraba en un sitio "abierto".
Apretó las manos en puños mientras intentaba moverse un poco, sus dedos comenzaban a entumirse. Esto último lo aterraba, el frio era suficiente para provocarle una hipotermia y por si fuera poco era bañado en esa misma posición, en esa maldita silla y con la misma ropa era dejado ahí sin más. El frio lo mataría antes que los golpes... si llegaba a permitirlo, claro.
Escuchó los pasos de regreso, sin embargo, sonaban duplicados. Mierda, eso sólo significaba un baño.
— Entonces la princesa no desea comer.
— ¡¿Por qué hacen esto?!
— Diversión.
¿Diversión? Y una mierda, en todo ese tiempo no había escuchado risa alguna.
Sintió su cabello ser jalado y una enorme presión a los costados de sus mejillas, apretó la mandíbula buscando mantener la boca cerrada. En todo ese tiempo no lo habían obligado a comer o beber y el hecho de que harían justo eso lograba hacerlo temblar de terror.
— Vamos, querido. No me obligues a abrirte la boca también.
— Míralo, temblando como una perra.
Las uñas del desconocido se clavaron en su piel, logrando que en un acto de reflejo el menor abriese la boca. Antes de poder hacer más, Zack sintió una manguera deslizarse por su boca y detenerse en el inicio de su garganta; al parecer no tenían una más larga que llegase al estómago directamente.
El pañuelo que cubría sus ojos se humedeció, si, el joven estaba llorando. No era nada como un llanto de tristeza, de desesperación, no. Su llanto era de una profunda rabia, ¿había hecho tanto, y se iba a terminar así, sin siquiera saber quiénes eran sus atacantes? No lo iba a permitir, buscaría la manera, así le tomara siglos. Pero él debía salir de ahí.
Comenzó a toser con fuerza al sentir como una sopa con fideos se deslizaba por su garganta, llevaba incluso... ¿carne? era difícil de tragar con trozos tan grandes. Era demasiada comida, comenzaba a ahogarse y ahora sí que sintió una profunda desesperación reemplazar rápidamente su furia.
En cuanto sacaron la manguera, soltaron su cabello y solo así pudo agachar la cabeza y toser con fuerza, vomitando todo lo que había ingerido hacia menos de diez segundos.
— ¡Pedazo de mierda, ensuciaste mis zapatos!
El joven jadeó al sentir como la silla era pateada provocando que cayese con ella, un alarido de dolor escapó de sus labios al sentir como el peso recaía en uno de sus brazos y hombros.
— ¿Te crees lo suficientemente bueno? ¿Crees no merecer la mierda de comida que te doy?
Zack fue incapaz de gritar, la primera patada fue a parar a su abdomen y le robó el aliento. No podía respirar y todo empeoraba si tomaban en cuenta que estaba siendo pateado constantemente, aunque internamente agradecía que su rostro no estaba siendo tocado más que por algunas bofetadas y puñetazos.
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Héritier (Alucard)(Hellsing)
FanfictionAlucard x Male OC Debía hacerlo, incluso si no era lo que deseaba. No tenía otra opción, sabía que tarde o temprano ocurriría, la terquedad humana lo hacía evidente. Ya no se trataba de sus deseos, se trataba de la necesidad del mundo. Hellsing no p...