Héritier (Alucard)(Hellsing)

31

Belle caminaba por uno de los pasillos de la mansión con Seras detrás suya, se dirigían a la oficina del joven maestro. 

― ¿Entonces no sabes por qué me llama?

― No, dijo que nos quería a los tres, pero nada más.

La había llamado sin previo aviso y a mitad del día, la draculina no tuvo tiempo ni a vestirse, así que si, iba en pijama.

No pasó mucho antes de que la menor tocase la puerta a la oficina y el permiso se le concediera segundos después.

Al entrar, observaron a Zack con el cabello revuelto y la cabeza apoyada en el escritorio, con la respiración agitada y los ojos cerrados mientras que Alucard permanecía apacible a su lado.

― ¿Pasó algo?

― Nada.

Victoria había recibido días atrás la estricta orden por parte de su amo de "reducir" sus sentidos en la mansión y le costó un poco, pero al final lo hizo. Por tanto, jamás tenía idea de lo ocurrido.

Aun así, no había que ser demasiado inteligente para hacerse una idea de lo ocurrido, miró de reojo a la mejor de pie junto a ella. Al parecer Bella era lo suficientemente inocente como para no entenderlo del todo.

― ¿Qué haces en pijama, Seras?

La rubia miró a su amo antes de bajar la mirada al suelo y hacer una reverencia.

― Lo siento, Bella dijo que era urgente.

― Alucard, déjala. Después de todo volverá a dormir, ¿no es un desperdicio cambiarse dos veces?

― Aun así.

El joven de ojos oscuros rodó los ojos antes de incorporarse y sacar un mapa de un cajón en el escritorio.

― Tenemos tres direcciones en puntos diferentes. Me hubiese gustado utilizar la estadística para tratar de predecir dónde volverá a ocurrir, sin embargo, apenas tenemos dos casos y si bien no es imposible, es demasiado incierto, no sabemos si hay un patrón.

Ambas damas se acercaron al escritorio y observaron los tres sitios marcados en el mapa en color rojo, junto a otros dos en color azul. 

― Lo que necesito es que Victoria y Alucard vigilen los tres sitios.

― ¿Yo no?

― No, pero debes estar enterada.

― Yo podré encargarme de estos dos.

Seras señaló dos sitios los cuales no estaban tan alejados entre sí, apenas unos 30 km de distancia. 

― ¿Segura?

― Completamente.  

― Entonces esto te deja con un sitio.

Zack dirigió la mirada hacia el vampiro logrando notar como no estaba mirando el mapa, lo estaba mirando a él.

Alucard se limitó a asentir con la cabeza mientras se cruzaba de brazos.

― ¿Y qué haremos si llegan los asesinos?

― Consigan información y elimínenlos, no queremos futuros incidentes de este tipo.

La mirada del joven terminó posada en la menor de cabello cobrizo quien tenía los ojos abiertos de par en par e incluso había palidecido un poco.

― ¿Bella? ¿Todo bien?

Zack intentó tocar su mejilla para comprobar su temperatura. Todo ocurrió en cosa de segundos, Bella tomando un bolígrafo para intentar apuñalar su mano y ambos vampiros yéndose en su contra. Victoria la inmovilizó con una llave mientras Alucard le apuntaba con el Jackal.