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— ¿No vas a dormir?

— No tengo sueño.

Zack se encontraba leyendo unos reportes traídos recientemente por uno de los empleados. Observaba las fotografías mientras sentía un profundo asco invadirlo.

Niños decapitados y con la sangre perfectamente drenada. Los cortes tan limpios y la falta de salpicaduras de sangre volvían evidente el hecho de que todo aquello había sido realizado por un profesional. 

Las víctimas no pasaban de 10 años, en algunos casos se mostraba a toda la familia asesinada, pero solo la sangre de los menores era drenada. La sangre adulta era derramada sin más; eso lo dejaba confundido. ¿Quién carajos necesitaba sangre de niños y para qué? 

Hasta el momento habían logrado contener a la prensa y conseguir que los casos quedasen en privado, así no habría un mayor alboroto en toda la ciudad. El caso terminó en Hellsing ya que existía la sospecha de que todo fuese realizado por vampiros, pero... No había mordidas, había sangre desperdiciada y si lo que Alucard le había mencionado hace un momento era cierto, eso no solía ocurrir con los vampiros, no desperdiciaban el alimento.

— Esto es algo hecho por humanos. Pero ¿quién querría esto y para qué?

— Hace unos años... un grupo de nazis intentó crear vampiros artificiales. Un completo insulto para mí.

Zack observó a Alucard levantarse y atravesar una pared para momentos después regresar con una pila de documentos en las manos. Los dejó en el escritorio frente a él antes de volver a sentarse.

— Sin embargo, no hubo registro de algo como esto anteriormente.

El joven comenzó a leer los documentos sin dejar de prestar atención a los comentarios sueltos que el mayor dejaba salir en algunos momentos.

— Puede que esto sea obra de seguidores de millenium. No lo sé, quizá este... general haya dejado alguna especie de sucesor por si el plan fallaba.

Alucard estuvo un tanto de acuerdo con la suposición del joven, no le sorprendería si acertaba. 

El de ojos oscuros despegó la mirada de los documentos al escuchar la puerta siendo tocada seguida de la voz de Seras.

— Buenas noches, la niña quería verlo.

— Gracias linda, puedes retirarte.

La escuchó reír antes de asentir, salir y cerrar detrás suya dejando a la menor dentro de la oficina. Las suposiciones de Zack habían sido correctas, la ropa de Victoria le quedaba grande.

El silencio reinó en el lugar, hasta que, para sorpresa del par presente, la joven avanzó un par de pasos hasta arrodillarse y apoyar las manos en el suelo; sus hombros temblaban mientras el suelo bajo su rostro se humedecía, sin embargo, esto pasó desapercibido gracias a su largo cabello.

— Por favor, ayúdeme.

— ¿Con qué?

Alucard se mostró algo intrigado, Zack lucía imperturbable mientras la mirada dirigida hacia la menor era una muy diferente a las que había mostrado en el año transcurrido con él. Era frívola, dependiendo de lo que esa niña dijese la echaría o la conservaría en la mansión.

— No tengo nada, no tengo a nadie. No quiero acabar en la calle.

El joven se levantó y avanzó hacia ella. La menor, al observar los pulcros zapatos frente a ella levantó la cabeza y pudo mirarlo a los ojos, sintió un escalofrío recorrerla, pero no retrocedió.

— Puedo trabajar, hacer lo que sea.

— Esas palabras son peligrosas.

— Si usted quisiera algo, ya lo hubiese hecho, ¿no?

Héritier (Alucard)(Hellsing)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora