Carta 138

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Las cosas pueden cambiar de un día para el otro. Cuando te enamoras pasan cosas raras, la felicidad y momentos perfectos llegan,  la confusión te ataca, la alegría te invade, pero...al mismo tiempo sufres, te duele, te lastiman y te comportas como un estúpido.

Pero en serio,  Hera hacia que cada día me enamore por completo.

En este mundo existe el amor de tu vida y el amor platónico.  Hera es el amor de mi vida y mi amor platónico. Desde el momento en el que supe que me empezaba a sentir atraído por ella todo cambio, sabía que tenía que conquistarla sin importar el dolor, tenía que tomarla y hacerte mía.

Desde el último día que la bese, mis labios se sentían resecos.

-¿Tú me sigues queriendo?

Me preguntó Hera ayer cuando termino la canción.

-Nunca me cansaré de hacerlo.

-¿Cuándo me dejaras de querer?

-Te dejare de querer hasta que caiga el último pétalo de la última flor del mundo.

-Contaré hasta el 10 y tú me dirás que ya no me quieres, que me odias y que te repugno. –sus ojos comenzaban a llenarse de lagrimas-1..2,3,4,5,6,7... ¿Por qué no lo has dicho?

-Aún no llegas hasta el 10.

-8,9...10.

- Valora a la persona que tienes junto a ti, puede que mañana muera y me convierta en un recuerdo.

-¿Por qué ahora? ¿Por qué ahora tu me quieres y no me quisiste cuando yo te quise?-sus delicadas lagrimas caían por sus mejillas.

-El pasado ya no importa, deja de ver hacia atrás y mira hacia delante, mírame a mí, míranos a nosotros.

-Arruinas mi vida.

-Tú construiste mi vida. 

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