Carta 179

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Hoy, al igual que ayer, después de preparar la comida para los pequeños niños, fui al mismo lugar. Me senté en la gran roca y me puse a imaginar.

Hera estaba sentada, leyendo Crónicas de una muerte anunciada. Me acerque a ella y bese su frente.

-No quiero pelear contigo-le dije.

Ignoro lo que le dije, ella seguía leyendo. Hera se veía tan linda concentrada, como siempre he dicho, amaba verla sin que ella me viera. La observaba detenidamente, trataba de tomar fotos mentales de ella, desde sus grandes hasta sus pequeños detalles. Miré los lunares en su cara, en su cuello y en sus hombros. Sus lunares me encantan, tenía muchos lunares. Podría besar cada uno de ellos uno y otra vez.

-Tu mirada me está absorbiendo-habló nerviosa-deja de verme.

-Te dejare de ver, si tú me  ves a mí.

Ella me miró y le sonreí.

-Ahora-abrió sus ojos-deja de verme.

-Tienes bonito ojos.

Sus mejillas se sonrojaron.

-Deja de ser tan idiota.

-Quizá soy un idiota, quizá soy un idiota porque me gustas.-le sonreí.

Hera cerró su libro y lo guardó en su bolsa.

-Mi madre murió Luke.

Mi sonrisa se borró. Esto era mi imaginación. Su madre estaba viva.

-¿Qué?-le pregunté.

-Mi madre murió. Murió hoy en la mañana, antes de que despertaras.

-Esto es mi imaginación-le dije.-en la realidad, ella está viva.

-¡No Luke!-se acercó a mí y tomó con brusquedad mis hombros-sea imaginación o realidad, ella murió. Ella se suicidó.

Me empecé a reír. Hera sabía actuar muy bien. Tenían que otorgarle un Oscar ante esta gran actuación.

La miré y ella se encontraba llorando.

-Hablo en serio. Ella murió.

-Haber... ¿Por qué se suicidó?

-Por mi culpa, por culpa de mi padre y de mis hermanos.

Traté de seguirle el juego.

-¿Por qué dices eso?

-Antes de que se matará, me llamó y nos dijo que hiciéramos una videollamada por skype. Emmanuel Hades y yo ya estábamos en línea, solo faltaba ella. Cuando se conectó nos dijo que nos amaba, nos pidió que la perdonáramos por todo lo que ella había hecho, por sus errores, por no ser una madre para nosotros. Nosotros no la perdonamos. "Los tendré en mi corazón, siempre.", nos dijo entre lágrimas, luego se fue y a los segundos se escuchó un disparo.

Limpie sus lágrimas.

-Eres muy dramática.

Hera me dio una cachetada, se paró y se fue.

Abrí mis ojos. Mi teléfono empezó a sonar. Lo miré, era un mensaje. Coco había dicho que no había señal.

Abrí el mensaje y lo leí, era un número desconocido.

Número desconocido 18:04pm

Sé que no te importa, pero mi madre murió esta mañana. Te escribo desde el teléfono de Eithan. Algo me dijo que tenía que decírtelo, sé que tú le tenías un gran aprecio, por eso te lo digo. Espero que este bien. Te mando un abrazo, Hera.

Lancé mi teléfono espantado. Esto tenía que ser una broma. Me pellizque y golpee mi cara, era la vida real, no era un sueño. Corrí hasta la casa y me metí a la ducha.

Mi  imaginación me  dijo que la madre de Hera murió, y luego en la realidad, ella me dice que su madre murió.

Me estaba volviendo loco, demasiado loco.

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