Carta 227

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"Guardamos este amor en una fotografía,construimos estos recuerdos para nosotros mismos, en donde nuestros ojos nunca se cierran, los corazones nunca se rompen, y los momentos quedan quietos, congelados para siempre."

 La noche de ayer fue una de las mejores en mi vida. Tuvimos desde lagrimas hasta sonrisas, uno que otro beso robado y nos tomamos miles de fotos. Me hubiese gustado ir más allá, pero Hera me dejo muy claro que ella,según, no quería. Al final terminamos quedando como amigos. Me fui directo a la friendzone. El drama llegó hasta que nos dimos cuenta que solo había un lugar para dormir: el sillón. 

-Bien-dijo cansada-durmamos de cucharita.

La miré con los ojos bien abiertos y emboce una sonrisa.

-Yo estaré detrás de ti, no tú.

Toda la magia de mi noche casi perfecta con Hera se rompió, se destrozo cuando desperté. Me levanté en su búsqueda y cuando la encontré mi corazón se hizo pequeño. Eithan y Hera bailaban una canción lenta y romántica, se miraban directo a los ojos y se besaban. 

Trague saliva y me fui. No sé que sentía, era una combinación entre dolor y decepción. El verla bailar junto a él en la terraza...el lugar donde nosotros lo habíamos hecho ayer. No podía reclamar nada, solo eramos amigos. AMIGOS. 

Tomé mi sudadera y salí de la casa. Sin hacer ruido y me dirigí al estacionamiento. Mientras caminaba vi a Elsa caminar detrás de mi. La ignoré y seguí en mi camino.  En el momento que iba a abrir la puerta, Elsa me agarro de la mano y me detuvo.

-No te vallas, por favor.

-¿Que quieres?-pregunte molesto.

-Ayer íbamos a salir, me dejaste plantada.

-Hice cosas más importantes-no estaba mintiendo.

-¿No lo sientes?

-No, no lo siento.

-Pues deberías.

-No, no debería.

-¿Siempre eres tan idiota?

-Solo cuando me rompen el corazón. 

Elsa me soltó y subió a mi auto. Practicante no estaba para esto ni para nada. Me daba lo mismo lo que ella o lo que otra persona hiciera, así que subí al auto y conduje hasta donde la gasolina se acabara. No sé si el destino me quería triste o solo fue casualidad. Tenía la esperanza de que el auto se parara en algún bello lugar, pero no paso. Podría recorrer el mundo y la gasolina jamás se acabaría. No quise ser tan hijo de puta y después de varias horas en el auto, lleve a Elsa a su casa. La acompañe hasta su casa y me obligo a pasar. 

-¿Quien ha roto tu corazón?-preguntó mientras empezaba a quitarse su ropa.

-El amor de mi vida.

-¿Quien es la chica con tanta suerte?

-¿Suerte?

-Sí-agarró un vestido y se lo puso,sin su ropa interior.-La chica te tiene colgado de un hilo tiene mucha suerte.

-¿Por que suerte?

-¿Acaso no te das cuenta?-me entregó una copa con vino.-Eres un chico increíble con un espíritu lleno de aventura y amor.

-No tienes que decir esas cosas ridículas para tener sexo conmigo. Sí quieres sexo, solo dilo.

-No lo digo por el sexo, habló en serio. Eres un chico increíble, pero eres demasiado idiota.


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