365 cartas para ti

Carta 194

El amor que siento hacia él es sempiternal. Amanezco con una perfecta sonrisa de comercial jamás sacada al aire. Cada que me toma de la mano siento como mi corazón se acelera. Primero va lento como un caracol y luego aumenta su velocidad como un jaguar detrás de su presa. Es algo increíble e inexplicable. Estoy convencida al cien por ciento de que Eithan es el chico indicado para mí.

Cada que sonríe y luego me besa, me siento como si estuviera entrando en el mismísimo paraíso. No sé si él es el mejor amigo de Dios, pero por el dejaría todos mis pecados.

Correr junto a él por el campo cada mañana quema mil calorías. Montar a caballo, hacer pastelillos, leer, beber café y té en la tarde quema otras cuatro mil. Mi corazón y mi cerebro por primera vez se han puesto de acuerdo.

"Mira hacia adelante, vive tu vida. El pasado, pasado fue. El presente, presente es. Ahora. No importa el futuro mientras amas tu presente. El presente es lo más preciado. Tómalo o déjalo." Esto me lo dice mi madre cada que sueño con ella. ¿Quién lo diría, no?

Cuando vemos juntos el amanecer, tomamos nuestras manos y nos quedamos en silencio. Cuando vemos el atardecer, juntamos nuestros labios. Y cuando estamos en el anochecer, hacemos el amor con nuestras miradas.

La primera vez que lo conocí pensé "Este chico debe de tener mil y un defectos." Y así fue. De sus mil y un defectos yo amo todos.

Sé que este amor será doloroso, como todos.

-Hera ¿Qué escribes?-guardé rápido la hoja en el mueble y me tiré al piso como si fuera una espía.

-Nada.

-Vamos, sé que escribes algo.

-Solo son tonterías-Eithan asomo su cabeza y se tiró al piso. Rodó hacia mi y recargó su cabeza en mis piernas.-¿Sabes? Me gustas.

Tape mi rostro.

-Me gustas tanto como a Homero le gustan las donas.

-Sí me sigues diciendo frases así, juró que me dará un ataque de risa.

-Mis frases enamoran, lo sé.-dijo Eithan orgulloso.

-No es cierto. ¿Por qué dices eso?

-Por qué con mis frases te enamoré.