Carta 225

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En estos días junto a Hera he tenido muchas buenas sensaciones. Me gusta esta sensación de que da igual cuanto tiempo hablemos, que parece que nunca se nos van a acabar los temas de conversación. Hemos hablado de muchos temas en general, desde caricaturas hasta política. Es de lo más genial. 

Hoy es el tercer día en la casa de Hera. El primer día sacamos todos los muebles de la casa, el segundo fue de limpieza y hoy pintaríamos toda la casa. Hooder y yo nos pusimos nuestras mejores ropas y nos fuimos a casa de Hera. En todo el camino Hooder y yo hablamos de nuestro futuro, nuestro futuro como nuevos hermanos. Lo primero sería hacer a mis padres felices, tener un buen comportamiento y no fallarles.

Lo segundo fue eliminado, era vivir juntos. Cuando le dijimos a mi madre, ella se negó. Lo más raro de todo fue que mi padre también. Todo padre en su grande vida quiere que sus hijos se vallan de la casa al cumplir la mayoría de edad, bueno, mis padres no tenía eso en sus planes. 

"No saben lo que es vivir en el mundo real",nos dijo mi padre. Él probablemente tenía mucha razón, no sabemos lo que es vivir en el mundo real. "Sí quieren tomar su papel de adultos, háganlo en esta casa. Paguen su comida, limpien la casa y compren sus cosas." Y así sería, esto era lo tercero. Antes de ir a casa de Hera, hicimos una parada en el centro comercial y compramos mucha comida adolescente. Al momento de pagar nos sentimos grandes. Lo pagamos con el dinero que habíamos ganado en nuestro primer día de trabajo. No estoy tan orgulloso de mi nuevo empleo, ya que trabajo para la madre de Eithan. 

Justo en el momento en el que iba a tocar el timbre, Eithan abrió la puerta. 

-Luder, pasen-dijo sonriéndonos.

Luder era el apodo que nos había puesto a mi y a Hooder por nuestra amistad. Lu de Luke y der de Hooder, es realmente estúpido aunque a Hooder le encanta. Pasamos y nos sentamos en el sillón. 

-¿Donde está Hera?-preguntó Hooder.

-¡Aquí!-dijo mientras caminaba hacia nosotros. Besó a Hooder en la mejilla y a mi solo con la mano.-¿Listo?-preguntó con entusiasmo.

Los tres asentimos y nos paramos del sillón. 

-¿De que color pintaras aquí?-le pregunté.

-Blanco. Todo sera blanco. Y bueno, algunas cosas serán azules.

-Quiere su casa muy vintage-agregó Eithan.

Cada quien tomo una cubeta de pintura, una brocha y periódico. Hera nos dio un lugar a cada quien. A Eithan le tocaría la cocina y el cuarto de juegos, a Hooder los 2 baños, Hera escogió la sala y a mi me dio su cuarto y otro cuarto que aún no tiene nombre. Después de la orden de la jefa Hera, cada quien se fue a su lugar asignado. Camine el cuarto que aun no tenia nombre y entré. Abrí la cubeta y con ayuda de un palo mezcle un poco la pintura. Luego de mesclar empecé a pintar. Tomaba la brocha, la metía en la cubeta y luego pintaba las paredes de arriba hacia abajo. Eso lo hice más de 100 veces. 

Cuando termine de pintar la habitación sin nombre me acosté en el piso, estaba realmente muy cansado. Sentía un dolor horrible en los brazos. 

-Eso te pasa por no hacer ejercicio-alcé mi cabeza y miré hacia la puerta. Era Hera sonriendo a un lado de la puerta.

-Lo sé-dije y me volví a recostar. 

-Aún te falta mi habitación, apúrate.-dijo y se fue.

Con dolor y cansancio me levante del piso, camine hacia la cocina y tome una botella de agua. Miré la casa y ya empezaba a verse mejor. Al adentrarme a la habitación de Hera me hizo imaginarme muchas cosas. Saque rápidamente esos pensamientos tontos y perturbadores de mi cabeza y empecé a pintar. De arriba hacia abajo y viceversa. Al terminar sonreí orgulloso, di tres pasos hacia atrás y alcé mis brazos con victoria. Mire toda la habitación y me quede sin palabras. Era enorme y llena de luz,literalmente. Lo mejor de la habitación era la vista. Un paisaje lleno de flores, arboles al océano. Podría venir a este lugar cada tarde para admirar la gran belleza. 

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