Mi habitación estaba iluminada por la tenue luz de la lámpara. Esta noche no había luna. Ya era muy tarde. Eran las 2:30 de la mañana.
No tenía nada de sueño. Tumblr y un café caliente eran lo que me acompañaban. Entre a Facebook y le envié un mensaje a Luke.
"¿Estás despierto?"
"...escribiendo"
"¿Estás despierto?"
"...escribiendo"
"¿Por qué tardas tanto en escribir?"
"¿Estas aburrida, cierto?"
"Algo"
"Yo también ¿Jugamos?"
"¿A qué?"
"A la mama y el papa"
Sentí mis mejillas sonrojar.
"No seas idiota Luke."
"¿Qué tiene? Sam y Carlos pondrían ser nuestros hijos y Jay el abuelo"
"No vamos a jugar eso"
La puerta de mi habitación se abrió. Luke entró y se sentó a mi lado.
-Entonces ya no quiero jugar.
-Me espantaste.
-Lo siento Hera.
-¿Por qué viniste a mi habitación?
-La luna me lo dijo.
-No hay luna.
Luke rió.
-No hay luna porque me fue a decir que viniera a verte.
Negué con mi cabeza y le di un pequeño golpe en la cabeza.
-Sabes...-suspiró-ya casi se acaban nuestras vacaciones.
-Lo sé, falta muy poco.
-¿Crees que todo cambie?-me preguntó preocupado.
-¿Todo cambie?
-Sí-tomo mi mano-me refiero a que cuando lleguemos a casa tu ya no me quieras.
Lo miré con ternura.
-No quiero que pasé eso.
-No tiene porque pasar eso-le dije sincera.
-Tengo miedo Hera, mucho miedo.
-No debes temer.
-¿Por qué no debo?
-Por qué estamos juntos.
Alzó su mirada y se acercó más a mí.
-Tienes la mirada más tierna e infinita del mundo.
Acercó sus labios a los míos.
-Estoy tan feliz de que yo sea esclavo de tu mirada-me besó.
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365 cartas para ti
Teen FictionCada día hay una nueva carta. Cada carta tiene un sentimiento diferente. ¿Leerias las 365 cartas que te escribí?