Carta 205

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Digamos que todo ha salido pésimo. Muy pésimo. Creí que cuando Hera me viera correría hasta mí y me besaría. Pero no fue así, que triste. En la tarde de ayer cuando Eithan se fue de la casa le mintió a Hera, el no fue por sus hermanos, el fue por un ramo enorme de rosas y por comida china para su querida novia y mi madre. Si no conociera a mi madre juraría que ella prefiere a Eithan un millón de veces más que a mí.

Pero bueno, tenía 3 días más para acercarme a ella. Hoy sería un buen día. Esta vez sí puse mi alarma y sí me desperté. Baje a la cocina y prepare uno de los desayunos favoritos de Hera. Pan tostado con fruta y café, Hera ama el café.

El timbre de la casa sonó y sonreí. Corrí hacia la puerta y la abrí.

-Buenos días.-les dije a la parejita de enamorados.

-Buenos días.-dijeron al unísono. Odiaba que hablaran al mismo tiempo.

-Pasen, están en su casa.

Ellos entraron y le hable a mi madre para que bajara. A los minutos ella bajo y los saludo.

-¿Ya desayunaron?-le pregunte a todos.

Todos negaron.

-Perfecto, hoy me desperté de buenas y prepare el desayuno. Pasen a la mesa por favor.

Entre ellos se miraron confundido y con nerviosismo se sentaron. Tome el pan tostado, la fruta y luego el café. Los lleve a la mesa y después regrese a la cocina por 4 tazas. Me senté y les sonreí.

-Buen provecho.-dijo Hera.

-¿Gustan café?-le pregunté.

-Sí.-alzó su mirada y por fin nos volvimos a conectar.-por favor.

Todos empezamos a comer y mi madre junto a Eithan iniciaron una buena conversación como si fueran mejores amigos.

-¿Tú hiciste el café?-me preguntó Eithan.

-Sí, yo lo hice.

-¿Es procesado?

-No, es café original.

-Wow, te ha quedado delicioso. Felicidades.

-Gracias. ¿Te gusta el café?

-No soy muy fan de él. Pero a Hera le encanta.

-No lo sabía.-obvio que lo sabía imbécil.

Hera me miró ofendida.

-Me gusta tu nuevo look. –dijo Eithan con sinceridad.

-¿Su nuevo look?-preguntó Hera.

-Sí, le queda genial.

-Solo se dejó la barba y maduro más. Sigue siendo el mismo idio...el mismo.

-Yo también pensaba que mi hijo tenía un nuevo look.

Hera rodó los ojos y siguió comiendo.

Al terminar de comer, Hera tomó los platos y las tazas y las llevó al lavabo. La ayude y ella empezó a lavar.

-No tienes que lavar los platos, yo lo haré.

Hera me ignoró y siguió lavando. Ella terminó muy rápido de lavar y luego salió al patio. Se sentó a un lado del árbol y cerró sus ojos. Yo la miraba por la ventana.Dios mío, Hera era perfecta.

-¿Has visto a Hera?-me preguntó Eithan.

-Está en el patio, creo.

-Gracias hermano.-me tomó del hombro y salió al patio. ¿Qué rayos? El y yo jamás seremos "hermanitos". Jodido bibliotecario.

-Hijo, ¿estás bien?-me preguntó mi madre.

-¿Por qué dices eso?

-Porque Hera está aquí.

-Estoy de maravilla.

-Luke, déjala ser feliz, por favor.

Mire por la ventana y vi a la bonita pareja correteandose en el patio. Hera empujo a Eithan y los dos cayeron al piso. Luego ella alzó su mirada y me sonrió de lado.

-Está bien madre, la dejare ser feliz.-le mentí.

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