Carta 252

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Al salir del trabajo le pedí a Hera a que viniera a mi casa. Prácticamente la obligue y la cargue hasta llegar a mi habitación. Hera se sentó en la silla giratoria y miro toda mi habitación. Por cuarta ocasión en lo que va del año volví a arreglar y pintar la habitación,todo un récord en la vida de algún adolescente.

Esta vez la dejaría así, la habitación se ve más amplia y más masculina. Mi mirada seguía en Hera, observaba detalladamente todo lo que hacia.

-Tengo mucha hambre-dijo sin mirarme.

-¿Que quieres que te prepare?

-Lo que sea, pero lo necesito ahora.

Asentí y tome las llaves de mi habitación, salí y le puse seguro a la puerta. Baje a la cocina, prepare rápidamente dos emparedados de queso y serví jugo de arándanos. Me senté un poco en una silla a descansar, había hecho todo muy rápido y recordé que le puse seguro a la puerta, así que Hera no podía huir.

-Sea lo que sea, no lastimes a Hera-me dijo Hooder bajando por las escaleras.

-¿De que hablas?

-La trajiste para que te ayudara a reconquistar a la zorra que quieres como novia.

-No la llames zorra.

-Solo digo lo que es verdad.

-¿A ti que te importa si lastimo o no a Hera?

-Mucho, ella es importante para mi. Y no vayas a empezar con tus idioteces de "¿Te gusta", por que no, no me gusta.

Puse los emparedados en una charola junto a los vasos y camine hacia la escalera ignorando completamente a Hooder.

-Sí le vueles a romper el corazón-dijo tomándome con brusquedad del brazo-te arrepentirás de haber regresados del campamento.

Me soltó y salio de la casa.



Terminamos de comer y ella seguía sin mirarme, su mirada estaba clavada en la ventana. Su teléfono empezó a vibrar, me levante rápido y se lo arrebate de las manos. Era Eithan. Acepte la llamada y puse el altavoz.

-Hera,te tengo una buena noticia.

-¿Cual es la buena noticia?-le pregunte.

-¿Lucas?

-El mismo, ¿que pasa Eithan?

-¿Donde esta Hera?

-Aquí, conmigo.

-¿Podrías pasarmela?

-Esta en altavoz.

Hera trataba de quitarme el teléfono pero le era imposible.

-Por favor, quita el altavoz. Necesito hablar con ella.

-No, no quiero.

-Eithan...-habló Hera.

-¿Hera?¿estas bien?

-Sí-se sentó cansada en el borde de la cama-¿cual es la buena noticia?

-¿No importa que la escuche Lucas?

-Sí importa, pero no tengo opción.

-Bueno, mi padre regresó a Sydney para inscribirme en una escuela, yo pensaba que no sería posible porque ya llevamos un tiempo de entrar, pero mi padre los convenció y el sábado ya estaré por allá.

Los ojos de Hera brillaron como dos esferas en el árbol de navidad, su sonrisa quería salirse de su cara y mejillas se sonrojaron.

-¿Hablas en serio?-preguntamos al unisono.

-Jamas te miento.

Rodee los ojos.

-No puedo creerlo-tapo su cara.

-No sabes cuanto deseo que la semana termine, te necesito.

Hera miro el teléfono y unas lagrimas salieron de sus ojos.

-Yo también te necesito.

Colgué y lancé el teléfono a la puerta.

-Que asco me dan.

-¿Por que lo lanzaste?-se paro y levanto el teléfono-¿estas demente?

Alcé los hombros.

-¿Ya me dejas ir?Tengo cosas que hacer.

-No, no te iras de aquí hasta que Melissa se contente conmigo.

-¿Yo que tengo que ver con ustedes dos?

-Tu iniciaste el problema.

-¿Yo?-se burló.

-Sí.

-Dame una razón.

-Mmm, no.

-Dímela.

-No quiero, solo es tu culpa.

-Siempre es mi culpa.

-¿Que hago para que me quiera de nuevo?

-No lo sé.

-Sí lo sabes.

-No, no lo sé. Todas las mujeres somos diferentes. Ella y yo lo somos.

-Ustedes son iguales.

-No lo somos. No me compares con una persona como ella por favor.

Reí y me levante.

-Sí son iguales.

-¡Que no Hemmings!-la tome de la cintura y me acerque a sus labios.

-Sí lo son, las dos se ponen nerviosas cuando estoy cerca de ustedes.

-No estoy nerviosa-dijo seria. Bese sus labios creyendo que se pondría a temblar o algo parecido, pero no. ¡NO PASO! Hera no estaba nerviosa, no más.

-Debes entender de una vez que mis sentimientos por ti se esfumaron.

-No se puede, no tan rápido.

-Sí se puede. Sí tardamos en enamorarnos 3 segundos, podemos desenamorarnos en otros 3.

-Tu no tardaste 3 segundos.

-Pasaron meses,días y dolores, pero lo hice.

Baje mi mirada y se alejo de mi.




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