Hoy era el tercer y penúltimo día de Hera en Sídney ya que mañana se regresaría a su nuevo hogar junto a su novio en Tasmania. Ayer había sido un buen día, Hera y yo cruzamos como 20 palabras y para mí, eso era maravilloso.
Este día el universo estaba de mi lado, Eithan tuvo que regresar de urgencia a Tasmania por un compromiso familiar, él le dijo a Hera que se quedara-ya que por ella viajó hasta acá- y ella aceptó. Lo mejor de todo era que ella se quedaría en mi casa.
Después de unas cuantas horas, mi madre y Hera regresaron del centro comercial con muchísimas bolsas. Luego el teléfono de mi mamá sonó y ella contestó. Al terminar la llamada hizo una mueca.
-Tengo que irme, Kassy - una de sus mejores amigas.- está en el hospital.
Se despidió de nosotros y salió corriendo de la casa.
-¿Quieres que te ayude a subir las bolsas?-le pregunté.
Ella negó y fue subiendo las bolsas de poco a poco. Luego de unos segundos me desespere y le ayude sin su aprobación.
-Te dije que no me ayudaras.-me reclamo y se sentó en el sillón.
-Me desespere, eres muy lenta.
-Cálmate flash.
Reí y ella sonrió mostrando sus dientes.
-Tu barba te hace ver más...
-¿Más qué?
-...más gua...feo.
-¿Ibas a decir guapo?
-No, nunca en mi vida.
-Claro que sí. Ibas a decir que me veo más guapo con barba.
-No iba a decir eso.-empezaba a ponerse nerviosa.
-Que sí.
-Que no.
-Que sí.
-Que no.
-Que no.-dije para que se equivocara.
-Dios mío, que sí.-¡Bingo, funciono! Hera tapo su boca.
-Vez, te lo dije. Pero, estoy pensando en quitármela.
-¿Por qué?
-No lo sé, a las chicas no les gusta. Con esta barba no podre ligar.
-Dios.-rodó los ojos.-sigues siendo el mismo idiota.
-Era broma.-golpee su hombro.
Nos quedamos en silencio por unos minutos.
-¿Cómo va todo con Eithan?
-Mierda Luke, si quieres hablar conmigo no lo metas a él.
-¿Por qué?
-Porque tú no quieres escuchar las maravillas que hablaré sobre él.
-Entonces, ah. ¿Lista para la escuela?
-Que estúpido eres.-me sonrió.
-Lo siento, fue lo único que se me ocurrió. Estoy nervioso.
-Y sí, sí estoy lista para la escuela.
-¿Hablas en serio?
-Sí, supongo que tu no.
-No es que no esté listo, es solo que estoy preocupado.
-¿Por qué?
-Bueno, porque puede que nos separen de grupos. Ya sabes, en el último año siempre separan los grupos para hacer nuevos amigos. Yo no quiero nuevos amigos, te tengo a ti y así estoy bien.
-Los cambios son buenos.
-Desde que te conocí mi vida cambio y no fue nada bueno.
-¿Por qué?- bajó su mirada.
-Me termine enamorando como un loco de ti.
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365 cartas para ti
Roman pour AdolescentsCada día hay una nueva carta. Cada carta tiene un sentimiento diferente. ¿Leerias las 365 cartas que te escribí?