Carta 157

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Abrí la puerta de la habitación de Luke. Entre y me acerque a su cama. Un par de gotas de sangre chorreaban por sus sabanas blancas.

El cuerpo de Luke no estaba ahí. Camine por toda la habitación y nada.

Corrí desesperada a las demás habitaciones. No había nadie. ¿En donde estaban todos?

Baje  las escaleras.

El sonido de varios platos cayendo al piso me asustó. Trate de tranquilizarme pero era estúpido. Me asome un poco y miré el grande torso de Luke sangrando. El se giro con rapidez y me miro.

Su mirada era negra y sin vida. Su piel era muy pálida.

Camino hacia mí y me tomo con fuerza de la cintura.

-Déjame curar tu espalda, estás sangrando.

El me sonrió de forma macabra. Acerco su labios la mi cuello y lo empezó a besar. Sus manos entraron por dentro de mi blusa y desato mi brasiere.

El miedo me atacaba. Su respiración era cada vez más rápida.

Me llevo hasta el sillón y me recostó. Empecé a acariciar mis senos y me quito mi blusa.

Las lágrimas salían con bastante rapidez de mis ojos. Esto era una pesadilla.

Luke se quitó violentamente el pantalón y su bóxer.  Me miro por un momento y beso mis labios.

El me tomaba cada vez con más violencia. Trataba de quitármelo de encima. Su fuerza comparada con la mía no era nada. Es como si una hormiga quisiera levantar un elefante.

Cuando sus grandes manos me quitaron lo que me quedaba de ropa, gemí de dolor.

No había nada de placer en todo esto. Luke disfrutaba el hacerme sufrir. Era repugnante.

Mire su espalda y esta no paraba de sangrar. Lleve mis manos hacia su espalda y lo rasguñe. El gimió bastante de dolor y me lanzo con fuerza. Yo caí al suelo, me paré y corrí hacia el baño.

"No mires atrás Hera, no lo hagas", me decía a mí misma.

Entre al baño y me encerré. Cubrí mi cuerpo con una bata y lave mi cara. Lucia horrible. Por suerte Luke no pudo...digamos que "hacerme suya".

La puerta del baño se abrió lentamente. Que estúpida soy, olvide ponerle seguro. En cualquier momento Luke podría entrar por esa puerta.

El botiquín estaba a un lado mío. Lo abrí y tome el alcohol

Pasaron más de 10 minutos y Luke no entraba.

Es como si me estuviera cazando. Al asomarme por la puerta mi corazón se detuvo. Luke sonreía de una manera horrible. Estaba paralizada ante su presencia.

El negaba con la cabeza. Se puso frente a mí e hizo que lo mirara a los ojos.

Volvió a besar mis labios. Esta vez no lo hizo con brusquedad... había un poco de amor en el beso.

- Tenemos miedo de ser felices, porque cada vez que lo somos algo malo sucede. Es mejor que te olvides de mí. No quiero verte sufrir de nuevo. Tú no lo mereces. Huye ahora que puedes, porque si no lo haces, el demonio que vive dentro de mi puede...

-¡Hera! ¡Hera! ¡Despierta!

Abrí mis ojos. Luke y Jack estaban sentados junto a mí. Toque mi frente y estaba sudando. Jack me puso una toalla húmeda en la frente y me calmo. Me recostó y me quito las sabanas que me cubrían. Por suerte había dormido con ropa.

-Tranquila-me dijo Jack con una voz tierna.-tuviste una pesadilla. Aquí estamos nosotros.

Poco a poco mi respiración se calmaba. Jack sabía como calmarme.

Sentía la mirada fija de Luke. Fuera o no una pesadilla estaba asustada. Recuerdo que una vez leí que los sueños siempre nos dicen la verdad. No del todo, pero por lo menos un 60%.

Jack me llevó cargando hasta el baño y me pidió que bañara. Que eso me relajaría. Le hice caso y me metí a bañar.

Al quitarme la ropa, note que tenía una mano marcada en mi cintura. Me sobresalte, me alarme y me angustie.

Debía convencerme a mi misma que solo había sido una pesadilla. No puso ser real, no pudo serlo. 

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